viernes, 2 de septiembre de 2011

PARASHA DE LA SEMANA: "BERESHIT"

                                               

Resumen de la Parashá Bereshit

La Torá comienza declarando que en el principio Hashem creó el cielo y la tierra de la nada. Sin embargo, el mundo era un vacío, sin forma ni orden. durante los primeros seis días D-s creó y ubicó cada cosa en el universo en su posición adecuada de funcionamiento. El orden de esta tarea divina fue el siguiente:

Primer día: Creación de la luz y la oscuridad
Segundo día: Arreglo del rakía (firmamento) para separar las aguas del cielo y de la tierra.
Tercer día: Acumulación de las aguas en un lugar, permitiendo que la tierra fuera visible
Cuarto día: Creación y ubicación del sol y de la luna en el cielo
Quinto día: Creación de la vida en el mar, y de las aves
Sexto día: Creación de los reptiles, demás animales y, finalmente el hombre
El Séptimo día de la creación, Hashem "descansó" y lo santificó como shabat.

D-s decidió que no era bueno que el hombre estuviera solo. Trajo a todos los animales y aves ante Adam, y éste les dio nombre, pero no pudo encontrar compañera para é entre ellos. En consecuencia, Hashem sumió a Adam en un profundo sueño, sacó una de sus costillas y luego cerró la herida con carne. Dio forma, desarrolló y completó la costilla, haciendo con ella una mujer, a la cual llevó ante Adam. Luego ubicó a ambos en el Jardín del Eden, donde podrían comer de todo, excepto del fruto prohibido del árbol del conocimiento. Sin embargo, Javá se dejó influir por la astuta serpiente (najash), comió del fruto prohibido y le dio a probar a Adam. Como resultado de esta transgresión recibieron el castigo divino: fueron obligados a abandonar el Gan Eden y comenzaron su vida humana, tal como la conocemos, experimentando las dificultades del trabajo para su sustento y el sufrimiento de la parición. También la serpiente recibió su castigo y a a partir de entonces se arrastra sobre la tierra y come polvo.

Adam y Javá tuvieron dos hijos: Caín, que se convirtió en agricultor, y Hevel, que fue un pastor. Ambos llevaron ofrendas de su producción a Hashem. Hevel era sincero y llevaba lo mejor de su rebaño. Por otro lado, Cain no lo era y llevaba lo peor de su producción. Hashem aceptó la ofrenda de Hevel e hizo descender un fuego del cielo, que lo asó.  Pero no ocurrió lo mismo con la de Cain, quien se sintió avergonzado y se encolerizo. Mientras estaban en el campo, Caín mató a Hével.

Cuando Hashem le preguntó donde estaba su hermano, Cain respondió: "Soy acaso el guardián de mi hermano?" D-s lo castigó, entonces, severamente, maldiciéndolo y forzándolo a deambular continuamente sobre la faz de la Tierra.  Adam y Javá tuvieron un tercer hijo, Shet, y otros más. Como cada generación se reproducía, a su vez, el número de seres humanos creció considerablemente.

Hubo diez generaciones desde Adam hasta Nóaj, incluyendo dos tzadikim: Janoj y Metushelaj. Sin embargo, la mayoría se inclinó hacia el mal y practicó la inmoralidad y la violencia. Hashem comenzó a reconsiderar Su acto de poblar el mundo con la raza humana. Noaj, empero, encontró gracia en Sus ojos.

Estudiando tres versículos


20 - Y dijo Dios: "produzcan las aguas una multitud de seres vivientes y aves que vuelen sobre la tierra, por la superficie del firmamento del cielo".

20 - "PRODUZCAN LAS AGUAS UNA MULTITUD DE SERES VIVIENTES": La obra de creación se desarrolla en dos direcciones opuestas. Por un lado las esferas de emanación recorren las etapas sucesivas que separan el mundo trascendente del espíritu puro de las esferas inmanentes correspondientes a las múltiples manifestaciones de la vida terrestre. En esta dirección, la unidad inicial se despliega en una rica variedad de formas. A medida que se opera este despliegue, va precisándose y pasando de lo abstracto -a lo concreto. Así, por ejemplo, la luz del primer día se concretiza en los astros del cuarto día; las extensiones de agua y atmósfera reciben el quinto día sus criaturas vivientes; y, por último, la naturaleza, que en el tercer día aparecía ya adornada de plantas, se puebla de habitantes el sexto día. Cuanto más se alejan las esferas de su fuente inmaterial, más se encarnan; su forma aparece cada vez más "rematada" y más adecuada a las dimensiones terrestres.

Pero otra evolución se produce simultáneamente en dirección opuesta: es la que parte de la materia para elevarse hacia las cimas del espíritu. En efecto, la creación también evoluciona en el sentido de una manifestación cada vez más importante de las fuerzas espirituales. Por ejemplo, la aparición del mundo mineral, inanimado, precede la del mundo vegetal en el que se manifiestan los primeros signos elementales de la vida. La etapa siguiente es la creación de los animales que según nuestro versículo, están dotados de Nefesh Jaia, es decir, de "alma viviente". Por último la creación del hombre es la culminación de este proceso de promoción del espíritu pues, además del alma "vegetativa" y del alma "sensitiva", Nefesh y Ruaj, el hombre alberga el alma espiritual Neshamá, gracias a la cual realiza dentro de sí el equilibrio de las fuerzas físicas y de las fuerzas espirituales, ocupando por consiguiente una posición central, a igual distancia de las esferas celestes y de las terrestres.

Así pues, mientras Dios va acercándose al hombre a través de una sucesión de grados de emanación que va desde las esferas trascendentes del espíritu hasta la materia inanimada, las fuerzas espirituales excluidas de la tierra tienden simultáneamente a elevarse hacia Dios siguiendo el mismo camino en sentido opuesto; y en este movimiento de retorno a la Divinidad elaboran formas cada vez más perfeccionadas hasta crear al hombre quien aspira constantemente a reunirse con su Creador mediante un esfuerzo de elevación de] alma y del espíritu. De esta manera, el rayo reflectado por el hombre se encuentra con el rayo incidente lanzado por Dios.

El Salmo CXLVIII describe a la perfección este movimiento de ida y vuelta: Todas las criaturas del Universo, unidas en un solo coro, cantan la gloria del Creador.. Sus voces se despliegan en dos direcciones. Primero, las armonías sagradas bajan de los cielos y de las regiones superiores, y luego, parten de la tierra para elevarse hasta las alturas del trono celestial (véase también Rashí en el Cantar de los Cantares VII, 2).

Así pues, el orden en el que se desarrolla la Creación les indica a los hombres el camino que deben seguir. Para cada uno de nosotros existe en efecto un camino que le conduce, paso a paso, desde lo más profundo de la vida terrestre hasta las cumbres de la existencia. A medida que vayamos subiendo por esta escalera universal de perfección, nos acercaremos cada vez más al Creador.
 

26 - Y Dios dijo: "hagamos un hombre a nuestra imagen, segun nuestra semejanza, para que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo y sobre las bestias, y sobre la tierra y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra".

26 - DIJO DIOS: "¡HAGAMOS UN HOMBRE A NUESTRA IMAGEN.. !" Rashí explica: Aunque nadie ha ayudado a Dios en su obra de Creación y aunque los herejes pueden utilizar este plural contra el monoteísmo, la Torah no ha querido dejar pasar la oportunidad de darnos aquí una lección de modestia: (con el plural: "hagamos...") nos enseña que (en determinadas ocasiones), el superior debe consultar a su inferior y solicitar su consentimiento. Si la Torah hubiese escrito: "Yo haré al hombre", no hubiéramos sabido que Dios consultó a su "consejo", y hubiéramos pensado que formó su proyecto solo. Por otra parte el versículo siguiente basta para rebatir el argumento de los herejes pues dice: "Y Dios creó al hombros y no "ellos crearon..."

En el texto original del Midrash Rabá, del que Rashí se inspiró para este comentario, está dicho de manera aun más explícita que cuando Moisés escribía el texto que Dios le estaba dictando, al llegar a este pasaje, preguntó: ¿Por qué les proporcionas a los herejes (con las palabras: "Hagamos al hombre") un pretexto (para confirmar su teoría politeísta)? Dios le contestó: Escribe, y que el que quiera cometer el error que lo cometa. Ya que el hombre ha de ser el amo de la Creación, es conveniente que consulte a las esferas superiores y a las inferiores para pedirles su consentimiento. Así los hombres aprenderán de Mí que el más grande debe solicitar la aprobación del más pequeño antes de imponerte un jefe".

La Torah prefiere pues emplear una fórmula que pueda dar lugar a malentendidos y favorecer el error politeísta antes que renunciar a proclamar una norma moral fundamental. La lección que nos da aquí la Biblia, desde la primera página, es de suma importancia. En efecto, son muchos los pasajes de la Escritura que resultan ambiguos, oscuros o incluso contradictorios. Ocurre que, en estos casos, la crítica bíblica no vacile en poner en duda la autenticidad de los textos sagrados, en formular juicios arbitrarlos sobre, sus supuestos autores, o también en resolver las dificultades de una manera expeditivo, tachando cierto pasajes, alterándolos o desfigurándolos. Estas son las aberraciones de la mente humana que la voz Divina apostrofa diciendo: "Que el que quiera cometer el error, lo cometa". Las enseñanzas morales, filosóficas, históricas y demás que contienen los textos incriminados y que la exégesis talmúdica suele poner en evidencia importa infinitamente más que las conclusiones engañosas de los herejes. Para el Legislador Divino, las preocupaciones morales y doctrinales prevalecen sobre las consideraciones filológicas e incluso históricas. Este concepto de la universalidad de la Biblia, que encabeza aquí el texto del génesis, es como un aviso general que nos da la Escritura en lo que respecta a las dificultades de los textos que contiene.

A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA. "La mejor de todas las explicaciones que se han dado de este versículo, escribe Nahmánides, es la que relaciona la palabra Tzelem (imagen) con el aspecto y expresión del rostro, y el término Demut (semejanza) con la forma corporal del hombre, que es similar a la de los demás seres terrestres; pues el hombre se aparenta por su cuerpo a las otras criaturas y, por su alma, a los seres superiores". En efecto, lo que mejor refleja la imagen de Dios es el rostro del hombre santo y justo, lleno de sabiduría, bondad y amor. Su grandeza de ánimo llena de gracia sus rasgos; su inteligencia ilumina su mirada y la llama que arde dentro de el, confiere a todo su ser el resplandor radiante que inspiró al salmista las siguientes palabras: "(el hombre) es casi el igual de los seres divinos: ¡le has coronado de gloria y de magnificencia!" (Salmo VIII, 6).

El hombre ha sido creado a imagen de Dios en la medida en que lleva dentro de sí una chispa del Espíritu Divino: gracias a esta chispa, el hombre es "único abajo, del mismo modo que Dios es único en lo alto; es el único ser de abajo en conocer el bien y el mal" (Rashí, Gen. III, 22) pues, entre todas las criaturas, sólo él posee el libre albedrío. Por consiguiente, tiene la capacidad de dominar la materia con su espíritu. Gracias a la chispa Divina, su alma es inmortal y enciende en él la luz de la inteligencia que le permite conocer a Dios, amarlo y unirse a El.

"Insuflando en sus narices aliento de vida" (Gen. II, 7) fue como el Creador introdujo aquella chispa en cada ser humano. Pero también la forma corporal del hombre demut a pesar de ser "polvo desprendido del suelo" (Ibid) fue modelada a semejanza de Dios. Maimónides, en su preocupación por descartar la más mínima sospecha de antropomorfismo considera que las palabras "imagen" y "semejanza" deben interpretarse aquí en sentido figurado (Guía de los Descarriados L, l); Yehudá Haleví adopta, por su parte, la concepción conocida bajo el nombre de concepción del microcosmo, según la cual el hombre, mundo en miniatura, refleja exactamente en su constitución corporal y psíquica la estructura del macrocosmo o Universo (Kuzarí IV, 25). Esta teoría se remonta al antiquísimo Sefer Yetzirá atribuído al patriarca Abrahám o, según otros historiadores, al Taná Rabí Akibá. Afirma que existe un paralelismo entre la constitución física del hombre y la estructura funcional del alma universal: La cabeza corresponde a la esfera puramente espiritual del mundo metafísico; el pecho a los elementos de voluntad y acción de las esferas de emanación intermedias entre el espíritu y la materia; por último, los miembros y las partes inferiores del cuerpo son la encarnación de las funciones físicas del mundo material. (Para más detalles, véase Kuzari, Ibid.).

Así pues, el hombre representa en cierto modo "la sombra" proyectada sobre la tierra por la Majestad Divina, Tzelem. Y se deriva de Tzel (sombra), según la interpretación de Rabi Moshé Cordovero.

18 - Y dijo el Señor Dios: "no es bueno que el hombre este solo, le haré una ayuda idónea para él".

18 – "NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO”: No creas, apunta Bahía, que el Creador haya tenido que modificar el plan inicial después de ejecutarlo. Lo que ocurre es que nuestro versículo hace en realidad referencia al principio de la Creación. D-os creó primero un andrógino compuesto de un hombre y de una mujer que estaban atados el uno al otro por la espalda. (Esto explica que el hombre también tenga senos). Pues la Unidad absoluta no puede existir más que en Dios; es imposible en la tierra (&: Rashí). Por eso la unidad del modelo Divino se reflejó en la tierra en forma de unión entre el principio masculino y el femenino. Pero "fue sólo cuando el cielo y la tierra se unieron por primera vez, dando así nacimiento a la lluvia (v. 6) cuando el hombre y la mujer, ajustándose al modelo de la naturaleza, realizaron también su unión cara a cara. El deseo que siente la hembra por el varón se parece a la humedad que sube de la tierra al cielo; esta humedad cuaja en nubosidad y entonces el cielo riega la tierra. El hombre y la mujer se unieron verdaderamente cuando pudieron mirarse cara a cara, y fue esta unión perfecta lo que dio nacimiento al principio mediador: el amor" (Zohar I, 35 a).

Es cierto que el hombre hermafrodita también hubiera sido capaz de reproducirse a la manera de las criaturas unicelulares. En efecto, aun tenía su aspecto bisexual primitivo cuando Dios le bendijo diciendo: "Procread y multiplicaos". Sin embargo, el acto de reproducción se reducía entonces, a una reacción puramente instintiva, como en el caso de los animales. Lo que le faltaba al hombre primitivo para ser perfecto era precisamente que su relación sexual fuese un acto de voluntad libre originado en un sentimiento de amor. Con el fin de que naciera este principio mediador, que es el amor, Dios "puso al ser auxiliar en frente de él", creando así a Eva (&: Nahmánides y Akedat Yitshak, Shaar 8).

Así como el amor infinito de Dios fue lo que dio origen a la Creación del mundo (Salmos LXXXIX, 3), el amor humano es lo que debe hacer germinar la vida humana tras inspirar el acto de procreación. Cuanto mas profundo es el amor, más armoniosa es la unión de la pareja procreadora. Y este acuerdo íntimo forjado por el amor, es lo que hace posible que la unión sexual del hombre y de la mujer produzca un fruto perfecto.

... UNA AYUDA A SU LADO ... Esta expresión indica claramente que la mujer ha sido creada para proporcionarle al hombre el complemento físico, moral y social que su naturaleza reclama. En efecto, la tarea que el hombre debe llevar a cabo en la tierra es demasiado pesada para una sola persona. Necesita una "ayuda a su lado". Gracias a la mujer, su otra Yo, y a la comunidad que forma con ella en el matrimonio, el hombre puede (aspirar a) realizarse plenamente. En cambio, sin su pareja, no es más que un medio hombre. Cabe advertir que la definición que el texto bíblico nos da aquí de la mujer ("una ayuda a su lado") no alude al aspecto sexual de la relación. La función que la Escritura le asigna a la pareja del hombre está revestida de la mayor dignidad posible. La fórmula: "una ayuda a su lado" significa que la mujer no es la sombra de su marido o una esclava despreciada, víctima de la tiranía de su esposo - como era el caso en la antigüedad pagana - sino la colaboradora valiosa e indispensable a la que ninguna otra criatura hubiera podido sustituir.

La conclusión que los estudiosos de la Ley han sacado de este versículo es que el matrimonio es una institución Divina y que, además, el estado matrimonial es lo único que le permite al hombre vivir plenamente su verdadera vida. Cuando la Torah proclama: "No es bueno que el hombre esté solo," condena el celibato declarándolo implícitamente contrario a la naturaleza. Incluso después de que el hombre ha cumplido su deber de procreación le está prohibido vivir sin esposa: Según la ley judía, el cumplimiento de los deberes conyugales por el marido es un derecho exigible por la esposa, y este derecho no debe confundirse con el de la procreación (Yebamot 61 b y Eben Haezer, Cap. 76.

Estudiando algunos midrashim


Torá, el Anteproyecto del Mundo

La Torá fue el primero de estos siete conceptos fundamentales. Precedió la creación del mundo en dos mil años. ¿Por qué fue esto necesario?

La Torá dice -Yo he servido como el instrumento arquitectónico en la construcción del mundo.-

Si un constructor erige una casa sin consultar un arquitecto, ¿cómo será el producto final? La casa podría carecer de las puertas, ventanas o escaleras necesarias. Podría cometer un error en la viga básica de sostén de manera que toda la casa se derrumbaría poco tiempo después de su terminación. Por lo tanto, cada construcción debe estar precedida por un proyecto. El primer paso en la construcción es el plano completo dibujado por el arquitecto, incluyendo cada una de las divisiones, entradas y salidas. Luego el constructor siguiendo el proyecto de la construcción, lo convierte en realidad.

¿Siguiendo qué diagrama fue construido el mundo?  La Torá dice -Yo fui el plan maestro de Hashem en la construcción del mundo. Hashem me tuvo frente a El durante los seis días de la Creación. Miró el pasuk (1:1)"En el principio D- s creó el cielo y la tierra" y, así creó el cielo y la tierra. Miró las palabras (1:3) 'y D-s dijo -"Hágase la luz" y cumplió con las palabras mediante la creación de la luz, etc. De esta forma siguiendo las palabras de la Torá paso a paso a lo largo de la creación, formó el universo conforme al plan estipulado por la Torá.
* * * *
Realidad del Creador

El emperador Adriano preguntó a R. Iehoshua -¿El mundo tiene un amo?-
-      Por supuesto - contestó R. Iehoshua. - ¿Acaso pensó Ud. que el mundo podría existir sin un dueño?
-          Entonces, ¿Quién es su amo?
-          Hashem es el Creador del cielo y la tierra. Pero Adriano insistía - Si esto fuera verdad - decía - ¿por qué no Se revela varias veces al año a su pueblo para que Le teman?
-          Eso sería imposible - contestó R. Iehoshua - porque dice (Shemot 33:20) - "Ningún hombre puede verme y vivir."
-          No creo eso - dijo enojado Adriano - Nadie puede ser tan grandioso como para que fuese imposible siquiera mirarlo. R. Iehoshua se fue. Más tarde, al mediodía, volvió y le pidió al Emperador que saliera.
-          Estoy listo para mostrarte a Hashem - anunció.  Curioso, Adriano lo siguió al jardín del palacio.
-          Mira directamente al sol. Allí descubrirás a Hashem - dijo R. Iehoshua.
-          ¿Qué? - exclamó Adriano enfurecido. - ¿Sabes lo que estás diciendo? Todo el mundo sabe que es imposible mirar directamente al sol al mediodía.
-          R. Iehoshua sonrió - Fíjate en tu propia afirmación. Tú admites que nadie puede fijar la mirada en el sol en plenitud cuando está en su cenit. Sin embargo, el sol es uno de los sirvientes de Hashem, y su gloria, es solamente una millonésima fracción del esplendor de Hashem. ¿Cómo piensas que la gente podría mirarlo a El? Sin embargo, El prometió que llegaría el día cuando solamente El será exaltado y Su grandeza aceptada por todos.

Un apikoros le preguntó una vez a R. Akiva- ¿Quién creó al mundo?
-          Hashem- contestó R. Akiva.
-          Pruébalo- exigió el apikoros.
-          R. Akiva contestó únicamente - Vuelve mañana.  Cuando el hombre volvió al día siguiente, R. Akiva le preguntó - ¿Qué llevas puesto?
-          Una túnica.
-          ¿Quién la hizo?
-          El tejedor.
-          No te creo. Pruébalo- exigió R. Akiva.
-          Esto es ridículo. ¿Acaso no te das cuenta por la tela y el diseño que un tejedor la hizo? - dijo el hombre.
-          ¿Y tú no te das cuenta que Hashem creó el mundo?

Después que se fue el apikoros, R. Akiva explicó a sus alumnos - Así como una casa fue obviamente construida por un constructor y una prenda obviamente cosida por un sastre, así el mundo (que sigue un orden natural) fue obviamente creado por el Creador.
* * * *

El primer día de la creación: La creación del Cielo, la Tierra y su contenido, y la creación de una Luz Especial

Una noble romana preguntó a R. Iose ben Jalafta - ¿En cuántos días creó Hashem al mundo? (Su pregunta hacía referencia a la aparente contradicción en la Torá que figura en el primer pasuk donde dice que el cielo y la tierra fueron creados en el primer día, mientras más tarde describe la creación durante el transcurso de seis días).

-          Creó todo el primer día - respondió R. Iose.  Cuando se sorprendió por esta afirmación, R. Iose le preguntó:
-          ¿Alguna vez preparó una comida para un invitado?
-          Por supuesto - respondió.
-          ¿La sirvió toda junta? le preguntó.
-          No, la cociné todo en la cocina y luego serví, un plato después del otro - explicó ella.
-          Así es como Hashem creó el mundo - le respondió R. Iose.

El primer día Hashem creó la materia prima a partir de la cual construiría todo en el mundo. Por lo tanto, desde el primer día, el sol, la luna, el zodíaco, los árboles, el pasto, el Gan Eden y el Guehinam, todos existieron como una materia pura sin forma. Los días posteriores de la Creación, Hashem formó y moldeó la materia que compondría cada entidad hasta conformar el objeto tal como lo conocemos.
* * * *

Como fue creado Adam Erev Shabat y colocado en el Gan Eden

El último de los Seis Días de la Creación fue el Primero de Tishri. Hashem estaba a punto de formar el cuerpo de Adam.

-          Acumuló tierra de todas partes del mundo para formar sus brazos y piernas.
-          Recogió tierra de la tierra de Babel para el tronco.
-          Trajo tierra desde Eretz Israel, la más sagrada de las tierras, para crear la cabeza de Adam que es la parte esencial del cuerpo humano.  Hashem colocó la tierra que había recogido en Har Hamoria, donde el mizbeaj sería emplazado en el futuro, y la mezcló con las aguas de todos los océanos del mundo. Con la arcilla obtenida modeló la figura del ser humano.  Cuando la figura de Adam aún yacía inmóvil sobre el suelo, Hashem desplegó delante de sus ojos la visión de su futura descendencia. Adam visualizó a Noaj y a todos los tzadikim del futuro, visualizó a Abraham y luego a los guerim, a Itzjak y a todos aquellos que ofrecerían sacrificios, a Iaakov y a todos los futuros talmidei jajamim, a Moshe y a toda la gente humilde, a Aharon y a todos los kohanim, a David y a todos los futuros reyes.  - "¿Has visto?" - dijo Hashem. - "Todos estos tzadikim serán tu descendencia." Adam estaba satisfecho.

Hashem le mostró a Adam esta visión para inculcarle una toma de conciencia de que si pecaba, no solo se perjudicaría a sí mismo, sino a todos sus futuros descendientes también. En efecto, cuando Adam pecó más tarde, cambió el destino de la posteridad.

¿Por qué Hashem le presentó esta visión a Adam antes de traerlo a la vida? La respuesta es que, antes de darle vida, Adam podía visualizar mucho más de lo que lo haría después de tomar posesión de un cuerpo terrenal.

Antes de darle vida a Adam, Hashem preguntó - "¿Puedo darle vida desde su boca? No puedo hacer eso, porque la emplea para difamar. Podría soplar su alma en su cuerpo a través de sus ojos. No, porque parpadea con ellos con fines nocivos. Tampoco sus oídos son buenos conductores porque le permiten escuchar blasfemias. Buscaré una apertura más adecuada - sus fosas nasales. Así como las fosas nasales expulsan el aire contaminado, así los tzadikim se despojan del pecado maloliente y se aferran al dulce aroma de la Torá".

Cuando se trata el tema de la Creación de Adam, la Torá escribe la palabra "y El creó" "con una doble Iud (Bereshit2:7), en contraste con la creación de los animales donde solo se escribe con una sola Iud. La Torá así indica que la creación de Adam no fue meramente física, sino que Hashem lo creó con un doble propósito.

-          Aunque su cuerpo fue producto del polvo, poseía un alma eterna.
-          Fue creado con la capacidad para vivir en dos mundos, en este mundo y en el olam haba.
-          A Adam se le confirieron inclinaciones diametralmente opuestas, una lo induce a hacer el bien y a ser noble y la otra hacia el mal.
-          Aún la creación física de Adam fue doble, hombre y mujer en un solo cuerpo. Por delante era un hombre, pero unido a él por detrás había una mujer.

Adam fue una obra de Hashem y por lo tanto físicamente perfecta. Llegó al mundo con la circuncisión ya hecha. Antes de pecar era tan alto que llegaba al Cielo y llenaba el mundo. Irradiaba tanta belleza que aún después de su muerte la parte inferior de su cuerpo oscureció al sol. Su cara brillaba, su fortaleza era inmensa.

Tan pronto como fue creado, los ángeles, sobrecogidos por su grandeza y santidad se aposternaron ante él y quisieron cantarle sus alabanzas. Fue solo cuando Hashem lo hizo dormir que se dieron cuenta de su error. Era solo humano.  Hashem lo colocaría en el lugar más preciado de la tierra, el Gan Eden, pero Adam se rehusaba a entrar.  Adam era consciente que quien viviera en el Gan Eden debía servir a Hashem en nivel superior. Temía no poder cumplir con el alto nivel de exigencia necesaria.  Llevó tiempo convencer a Adam para que fuera colocado en el Gan Eden.
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La Creación de Java

Adam había sido puesto en el mundo, pero la creación de la humanidad no estaba totalmente terminada. Hashem dijo - "No es bueno que el hombre esté solo, haré para él una ayuda, frente a él".(2:18)  ¿Por qué describe la Torá a la mujer como una ayuda "frente a él"? Este término significa que si él lo merece, ella será una ayuda, pero si no, será su oponente.  Una mujer colaboradora es aquella que alienta a su marido para que estudie Torá todo lo que pueda.

R. Janania bar Jajinai decidió dejar a su esposa y familia para estudiar Torá en una Ieshiva lejana. Antes de partir, participó de los sheva brajot de R. Shimon bar Iojai. - "Espera hasta que concluyan los sheva brajot y luego yo te acompañaré" - le suplicó el novio, R. Shimon bar Iojai. - "No puedo esperar" - contestó R. Janania. Se fue y se ausentó de su hogar por doce años enteros. Cuando regresó, no reconoció las calles de su pueblo porque los viejos barrios habían sido demolidos y se habían construido nuevas casas, de manera que no encontró el camino a su propia casa. Sentado al borde del río, notó la presencia de dos niñas que se le acercaban. Una de ellas le dijo a su amiga - "llena tu balde, hija de Jajinai". Cuando escuchó el nombre de su hija, se levantó y la siguió y así llegó a su casa. Cuando entró su mujer estaba sentada junto a la mesa cerniendo harina. Cuando elevó su vista y vio a su marido se desmayó de la emoción y su alma partió. "Amo del Universo" - rezó R. Janania - "¿es ésta su recompensa por haberme esperado todos estos años?"
Hashem hizo un milagro, y ella volvió a la vida.

R. Jama bar Bisa también dejó su pueblo para estudiar Torá durante doce años. Cuando regresó, dijo - "No entraré a mi casa de golpe como hizo R. Janania bar Jajinai, primero advertiré a mi familia de mi llegada". Cuando llegó se sentó en el Beit Hamidrash en lugar de dirigirse hacia su hogar. Su hijo Ushia entró, pero R. Jama no lo reconoció. Se sentó frente a R. Jama y comenzaron a debatir temas de Torá. R. Jama estaba impresionado por el nivel de conocimientos del joven y al mismo tiempo se lamentaba. "Si yo hubiera permanecido en mi hogar - pensó - hubiera instruido a mi hijo para que fuera un talmid jajam como éste."

Envió un mensaje a su esposa que había llegado y fue a su casa. Poco después, el mismo joven que había estado frente a él en el Beit Hamidrash entró.
-          "Debe haber venido a preguntarme algo más" - pensó R. Jama y se levantó en señal de respeto por los conocimientos de Torá del joven.
-          "¿Desde cuando un padre se levanta por su hijo?" - preguntó su esposa.  Abrumado cuando se dió cuenta que se trataba de su hijo, R. Jama le dijo el pasuk (Kohelet 4:12) - "Una cuerda triple no es fácil de romper". Dijo - "Mi padre R. Bisa fue un talmid jajam, yo soy un talmid jajam y mi hijo Ushia es la tercera generación de talmidei jajamim". El dedujo que después de tres generaciones de talmidei jajamim, el estudio de la Torá permanecería en la familia por las siguientes generaciones.

Por otra parte, la esposa de R. Iose Haglili se le opuso, tal como lo ilustra esta historia: R. Iose Haglili se casó con su sobrina. (Como era de la familia, no se informó lo suficiente respecto de su carácter.)  Ella solía humillarlo delante de sus alumnos. Entonces le aconsejaron a R. Iose - "Divórciate. No es adecuado para ti tener una esposa así".
-          " ¿Cómo lo haré?" - contestó. - "Su contrato matrimonial fija una enorme suma de dinero si se divorcia. No puedo pagar dicha suma".

Una vez R. Iose estaba estudiando con R. Elazar ben Azaria. Cuando terminaron, R. Iose le dijo a R. Elazar - "Rabi, por favor venga a mi casa a comer". (Como ambos eran lideres de su generación en el estudio de la Torá, se hacían honores dirigiéndose uno al otro como "Rabi"). Cuando ingresaron a la casa, la esposa de R. Iose desvió la mirada enojada y se fue. R. Iose vio una cacerola sobre la mesada, así que corrió tras ella y le preguntó - "Por favor, dime solamente, ¿has dejado algo de comida en esa cacerola?"
-          "Sí" - contestó - "contiene pollo". R. Iose debió servir la comida él mismo. No encontró pollo en la cacerola, sino un postre.
-           "Rabi" - comentó R. Elazar - "¿Qué pasó? ¿Acaso su esposa no dijo que había pollo?" R. Iose, avergonzado que su esposa haya mentido, bromeó - "Quizás milagrosamente se convirtió en postre". R. Elazar estuvo silencioso durante la comida. Cuando terminaron dijo - "Deja que se vaya esa mujer. La forma en que actúa no condice con tu honor".
-           "No poseo la suma de dinero que se le prometió en el contrato de matrimonio" - contestó R. Iose. Cuando R. Elazar, quien era rico, escuchó esto, le brindó a R. Iose la suma necesaria. R. Iose luego se casó con una esposa mejor que la primera. Su ex- esposa también volvió a casarse pero su nuevo matrimonio fue desgraciado por sus pecados. Su nuevo marido era el sereno de la ciudad quien, muy pronto quedó ciego. Ella lo guiaba de la mano y salían a mendigar por las calles de la ciudad. Cuando se acercaban a la zona donde vivía R. Iose, la esposa se volvía. Su esposo, que conocía las calles le preguntó - "¿Por qué no me conduces a la casa de R. Iose? Escuché que da caridad con mano abierta".
-          "Yo fui su esposa y no puedo enfrentarlo" - contestó. Un día, cuando se acercaban a la sección de R. Iose, el marido discutió con su mujer por que no la guiaba a su casa. Ella le contestó y surgió una disputa. Permanecieron discutiendo de esa forma en la calle. R. Iose los escuchó y salió a preguntar - ¿Qué ocurre?"
-          "Esta esposa mía me priva del potencial ingreso diario en la calle" - se quejó el hombre ciego. R. Iose reconoció a su ex-esposa quien vivía en la pobreza y humillación. Le entregó a la pareja una de sus casas para que vivan en ella y se hizo cargo de su manutención por el resto de sus vidas. Así cumplió con la mitzva de: "No te ocultarás de tu propia carne" (Ieshaiahu 58:7).

Antes que Hashem creara a Java, congregó a todos los animales frente a Adam para que se diera cuenta que ninguno era adecuado para ser su pareja.  Hashem pidió a Adam que pusiera un nombre a cada animal para demostrar su inteligencia a los ángeles. Antes de la creación del hombre, los ángeles le preguntaron a Hashem - "¿Qué tipo de criatura será?" Hashem respondió - "Su inteligencia superará la vuestra". Para probar esto, Hashem llevó a todos los animales ante los ángeles, para que nombraran a cada uno. Sin embargo, los ángeles no pudieron hacerlo. Luego Hashem trajo los animales ante Adam y le pidió que buscara un nombre adecuado para cada uno. Los ángeles presenciaron y fueron testigos cuando Adam los nombró a todos correctamente, primero en lashon hakodesh (hebreo) y luego en los otros setenta idiomas que conocía intuitivamente.
-  "Este se llamará jamor (asno). Este es un sus (caballo). Este es un gamal (camello)".  Cada nombre seleccionado por Adam reflejaba las características particulares de ese animal y por lo tanto quedó para siempre.  Hashem luego le preguntó a Adam - "¿Cuál va a ser tu nombre?"
-          El contestó - "Me deberían llamar Adam / habitante de la tierra, pues fui creado de la adama / tierra.
-          "¿Y cuál es Mi Nombre?"- preguntó Hashem.
-          "A- d- o- n- a- i/Amo"- contestó Adam -porque Tú eres el Amo sobre todas Tus criaturas".  Cuando Hashem trajo los animales ante Adam, éste notó que todas eran parejas.
-          "Todas tienen una pareja excepto yo" - se quejó Adam.  Al escuchar Hashem que él también buscaba una pareja, lo durmió y le proporcionó a Java.  ¿Por qué Hashem esperó a que Adam le solicitara una esposa, en lugar de crear a Java al mismo tiempo que a Adam? El sabía que Adam eventualmente se quejaría de Java, a pesar de haberla solicitado. ¡Cuánto más se hubiera quejado si hubiese sido creada sin que él la solicitara!  Mientras Adam dormía, Hashem separó el cuerpo femenino que estaba unido a su espalda y reemplazó la parte faltante con carne.  Luego Hashem la dotó de vida como un ser independiente.
-           
¿Por qué Hashem creó originariamente a Adam como un solo ser con su esposa? Al crear originariamente al hombre y a la mujer como una sola entidad, Hashem invistió la naturaleza del hombre con capacidad para cumplir con el precepto de la Torá (2:24), - "Y será apegado a su esposa" - es decir, solamente a su esposa y no a otra mujer.

-          "¡Vuestro D-s es un ladrón!" - el Emperador acusó a R. Gamliel. - "Durmió a Adam y luego le robó una parte de su cuerpo".  La hija de R. Gamliel estaba presente durante la disputa.- "Déjame responder" - dijo. Volviéndose hacia el Emperador ella relató - "Ayer hubo un robo en la casa de mi padre. Los ladrones se llevaron todas nuestras copas de plata y en lugar de ellas nos dejaron unas de oro. ¡Exijo que se haga justicia ante la Corte!"
-          "¿Por qué?" - preguntó el Emperador. - "Yo deseo que semejantes ladrones entren en mi palacio todos los días."
-          "Preste atención a vuestras palabras" - dijo la hija de R. Gamliel - "¿Acaso no es éste caso similar al de Adam, a quien se le quitó una parte de su cuerpo y a cambio recibió una esposa?"
-          "Si Hashem no fuera un ladrón"- insistió el Emperador- "hubiera separado el costado de Adam en su presencia y sin adormecerlo"
-          "Traedme un pedazo de carne" - ordenó la hija de R. Gamliel. Ella lo recibió y lo sostuvo sobre el fuego para dorarlo mientras el Emperador observaba. - "Ahora esta lista para que se la coma" - le dijo después de un rato al Emperador.
-          "Cómalo."
-          "No puedo comer esta carne"- contestó el Emperador asqueado. -"La vi cruda y llena de sangre."
-          "Aquí está su respuesta"- dijo la hija de R. Gamliel. -"Si Adam hubiera visto como Java fue creada, la hubiera despreciado."

Hashem, con Su gran sabiduría, formó el cuerpo de Java diferente del de Adam y la dotó de la maravillosa capacidad de traer hijos al mundo.
* * * *
La Tentación de Probar del Arbol del Conocimiento y el Pecado

Todas las narraciones de la Torá fueron relatadas para que las estudiemos, y aprendamos de ellas.  ¿Por qué nos relata la Torá acerca del pecado de Adam? El propósito de la narración es que tomemos conciencia de los peligros espirituales que debemos evitar y que mejoremos nuestra forma de vida.

Los ángeles en el Cielo exclamaron - "Ideemos un plan para que Adam peque ante su Creador".  Samael era el gran maestro entre los ángeles. Bajó a la tierra para encontrar la criatura adecuada con el objeto de tentar a Adam y Java para que los hiciera transgredir el precepto de Hashem. No encontró a ninguno más astuto que a la serpiente. Originariamente, Hashem propuso que la serpiente fuera superior al resto de los animales y fuera como un sirviente para la humanidad. Con éste propósito, la dotó de dos características: la habilidad de hablar y de caminar erguido.

Samael eligió a la serpiente para éste propósito. Descendió a la tierra y montó sobre la espalda de la serpiente como si fuera sobre un camello e impregnó a la serpiente de su espíritu. A partir de ese momento todo lo que dijera la serpiente estaba inspirado en Samael.  Antes de pecar, los malos impulsos no integraban la personalidad de Adam y Java; su personalidad era pura y buena. En ese momento la serpiente/Samael se les acercó con la propuesta de probar del Arbol del Conocimiento - para inculcarles el conocimiento del mal.

La serpiente razonó -"Cualquier intento de seducir a Adam seguramente fallará. Me acercaré primero a la mujer porque ella escucha y es más fácil de persuadir".  La serpiente esperó el momento en que Adam estuviera dormido y entabló una conversación con Java preguntándole - "¿Hashem te ordenó no comer de ningún árbol frutal del jardín? Si no puedes comer de ellos, ¿para qué fueron creados?"  - "Podemos comer el fruto de todos los árboles" - contestó la mujer - "excepto del árbol en medio del jardín. No sólo no debemos comer sus frutos, tampoco siquiera podemos tocarlo, pues si lo hacemos, moriremos".

La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino que Adam se había impuesto esta prohibición como una seguridad adicional por la cual evitarían cualquier contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho con esta idea que olvidó mencionarle a Java que era solamente una precaución auto- impuesta a fin de salvaguardar la ley de Hashem.  El Ieitzer hara encontró la oportunidad que estaba buscando en el leve rasgo egoísta desplegado por Adam.

La serpiente astutamente exclamó -"¿Conoces la verdadera razón por la cual Hashem te prohibió probar de ese árbol? Todo artesano detesta a sus competidores. Hashem Mismo comió de él mismo y creó el universo. Ahora esta tratando de advertirles que se aparten de él para que no se asemejen a El y creen otros mundos también".

La serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol. -"Ves"- le dijo - "no has muerto al tocar el árbol. Tampoco morirás cuando comas su fruto. La razón por la cual El te prohibió comer de sus frutos era para que no obtengas el conocimiento del bien y del mal que El posee".

El árbol yacía frente a Java, tentador por su belleza y ofreciendo la promesa de descubrir el mundo nuevo y desconocido del conocimiento.  Java fue persuadida por el razonamiento de la serpiente. Sucumbió ante la tremenda tentación. Tomó de su fruto y comió.  Es interesante notar que la Tora no especifica el nombre del Arbol Prohibido. ¿Por qué Hashem no revela su identidad? Su deseo era eximir a la especie del árbol de ser acusada de traer la muerte al mundo.  Sin embargo, algunos jajamim opinaron respecto de cuál árbol frutal realmente fue:

1.       Era la vid. (Ninguna otra fruta causa tanta miseria y angustias como el vino; por lo tanto, debió haber sido este fruto el que trajo la muerte a la humanidad).
2.       Fue el trigo, que en aquellos tiempos crecía en árboles. (El trigo representa el conocimiento porque, por ejemplo, un niño únicamente desarrolla la capacidad de llamar a su padre y a su madre por sus nombres a la edad en que comienza a comer productos hechos con harina. Por lo tanto, el "Arbol del Conocimiento" debía ser el trigo).
3.       Fue la higuera (pues Adam y Java se ataviaron con hojas de higuera. Corrigieron su error con las hojas del árbol con el que habían pecado.)
4.       Fue un árbol de etrog. (Esta perspectiva se basa en el pasuk (3:6) "Y vio la mujer que era agradable el árbol para comer". Aparentemente, no sólo la fruta sino la madera del árbol también tenía un rico sabor. Esto ocurre únicamente en el árbol del etrog).  Tan pronto como Java comió del fruto, tuvo una visión del Angel de la Muerte que se le acercaba. Ella exclamó - "Parece que estoy condenada a morir y Hashem creará una nueva esposa para Adam. Déjame ofrecerle un poco del fruto también. Si morimos, moriremos ambos. Si vivimos, viviremos ambos. Ella le ofreció a Adam del fruto y él comió.

¿Cómo es posible que Adam haya aceptado el fruto del Arbol del Conocimiento que Hashem había prohibido?  El Midrash nos da tres respuestas:
1.       No era consciente de la identificación del fruto, pues Java se lo ofreció en forma de jugo que había exprimido del mismo. (Esto en concordancia con la versión de que era una vid. Java le ofreció a Adam jugo de uva).  Entonces, parece extraño que Adam fuera consecuentemente castigado. ¿Por qué era culpable de haber comido el fruto prohibido? La respuesta es que era obligación de Adam determinar el origen de cualquier fruto que ingiriera. Para él, era solamente "kasher" si no derivaba del etz hada'at. Era culpable de consumirlo sin cerciorarse si pertenecía a una especie permitida.
2.       Java prevaleció con su argumento. Le dijo a Adam - "Por haber comido del etz hada'at, Yo moriré. Si piensas que se te otorgará una nueva Java, estás equivocado. Después de los Seis Días de la Creación, nada nuevo será jamás creado bajo el sol. Si, por otra parte, tú crees que después de mi muerte quedarás soltero, también estás equivocado porque el mundo fue creado para ser poblado. Es mejor que ambos nos quedemos juntos y compartamos un destino en común". Adam la escuchó y más tarde tuvo que compartir la responsabilidad.
3.       Java gritó hasta que Adam finalmente le hizo caso.  Java alimentó a todas las bestias y aves con el fruto prohibido por lo cual también se convirtieron en mortales.  Después de pecar, Adam y Java tomaron conciencia de una transformación en su carácter. El ietzer hara penetró en sus corazones, el deseo por el mal formó parte de su personalidad. Se dieron cuenta que habían despojado al mundo de una enorme cantidad de bondad para las generaciones futuras. De repente se sintieron despojados y desnudos, tanto espiritual como físicamente - espiritualmente porque se habían apartado de una mitzva decisiva que debió ser su misión en la vida, y físicamente porque la capa de escamas que cubría su cuerpo cayó y las Nubes de Gloria que los cobijaban, partieron, dejando sus cuerpos expuestos.

La lección que se desprende de la narración del error cometido por Adam concierne a todas las generaciones. Cada persona se siente atraída por la tentación de lo desconocido. Enfrentados ante la atracción de un nuevo libro, una novedosa información o una impresión sensorial desconocida, tendemos a razonar que ampliará nuestros horizontes y enriquecerá nuestras personalidades, por lo tanto, debe ser buena. El hecho que el libro introduce elementos extraños a la Torá, la información nueva contiene apikorsut, el show misterioso obscenidades es apartado en la creencia que rechazaremos firmemente su influencia corruptiva.  Ese es el error cometido por Adam y reiterado a nuestro nivel.  Los efectos secundarios del fruto del conocimiento del bien y del mal fueron la partida de la shejina y la expulsión del Gan Eden.

Shabat Bereshit


Primer comentario: "Y seréis como D-s"


"Porque D"s sabe que en el día que comáis de el se os abrirán los ojos y seréis como D"s, conocedores del bien y del mal" (Genesis III - 5)

Desde el mismo comienzo de la creación del hombre, cuando apenas comenzaba a gozar de su condición de tal en un mundo ideal -el Eden- fue tentado con el poder:  -y seréis como D"s-

El hombre, en lo mas profundo de su ser, teme serlo, porque ser hombre significa de acuerdo a su razonamiento erróneo: -dependencia- El hombre anhela en todos los campos de la vida: -independencia-. Valerse por si mismo, por cuanto ello le produce una sensación de bienestar, seguridad, valorización y libertad. Hasta tal grado llega su anhelo de independencia
que también quiere independizarse de D"s, fuente inagotable de bienestar, seguridad, valorización y libertad.

Como consecuencia de ese profundo temor, el hombre no confía en nadie, teme entregarse, por cuanto asocia hombre con vulnerabilidad. Y esta en lo cierto: el hombre es vulnerable en todas sus esferas, tanto físicas como psíquicas. Mas olvida que no será el poder el que le habrá de otorgar la seguridad tan ansiada, ni en lo físico y menos aun en lo anímico. Porque
nunca será un D"s con mayúscula, apenas será un dios con minúscula, tampoco eso será, luego no será ni un dios ni un hombre. Entonces, ¿qué será? -Nada-. Y no hay nada peor que el no ser. Es la anulación total, que es todavía peor que la muerte. El versículo lo confirma:  "Y se abrieron los ojos de ambos y supieron que estaban desnudos". Génesis III – 7

Adan y Eva esperaban que cuando se les abrieren sus ojos serian poderosos. Serian los amos del bien y del mal, libres de toda imposición. Gozarían de una independencia total, harían su plena voluntad. Mas no fue así; cuando se les abrieron sus ojos, supieron que estaban desnudos, desprotegidos de D"s, expuestos y vulnerables a todos los peligros y accidentes.

Y llamo el Eterno D"s al hombre, y le dijo: "-¿Donde estas? Y respondió: 'Tu voz oí en el jardín, y temí, porque estoy desnudo, y me escondí' " (Génesis III - 9/10)

A la pregunta de D"s al hombre: - ¿Donde estas? El hombre no estaba. Se había escondido. Tenía temor de su desnudez y
vergüenza de su condición humana, porque no era ni un dios ni un hombre.  ¿Que era? Un gusano expuesto a ser aplastado por todos: la desilusion total. Ahora comprendió la advertencia Divina en toda su extensión y elocuencia: - Y del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque en el día que comieres de el, morir habrás de morir" (Génesis II - 17).

Mas ya era tarde. El hombre entro en un círculo vicioso. Como no soporta la angustia del temor, busca ansiosamente la seguridad que le otorga el poder. Pero como ello no es más que una ilusión, su efecto es pasajero y la necesidad de poder va en aumento. A mayor poder, mayor caída, y a mayor caída mayor poder.

Del Eden el hombre fue expulsado y anda errando por el mundo, buscando afanosamente el poder. El narcótico que ha causado el mayor numero de víctimas en el mundo, ante el cual las más potentes drogas palidecen, no son mas que simples e inofensivos brebajes.

El mundo ha puesto al servicio de ese temible narcótico las mentes mas prominentes. El hombre ya no se conforma con ser un dios de la espada. Ahora quiere ser un dios atómico. Mañana ¿que? De persistir el hombre por ese camino, al mundo le espera la hecatombe total. Conocerá el bien mas se inclinara por el mal. El poder es excluyente: divide a los hombres, separa a los hermanos. Transforma al hombre en un verdadero monstruo, en una bestia insaciable de gloria y poder.

¿Que propone la Tora? No esconderse, vivir la realidad, ser lo que debemos ser y lo que realmente somos: -hombres-. No debemos temer y menos aun tener vergüenza de ser humanos. No necesitamos fincar nuestra protección en el poder y en la fuerza. D"s nos protegerá. El objetivo del hombre debe ser extender sus manos hacia el Árbol de la Vida y comer de sus deliciosos y exquisitos frutos, y vivirá feliz, sin temores ni angustias y orgulloso de su humanidad.

La Tora es el único camino que ha de conducir al hombre de regreso al Eden. Es el prodigioso Árbol de la Vida, cuyos fabulosos frutos contienen la savia de la vida eterna. El rey sabio Salomon lo confirma cuando dice: “Es (la Tora) el Arbol de la Vida, para los que se aferren a ella." (Proverbios III - 18).

Aferrémonos a la Tora, comamos de sus deliciosos frutos y retornemos al Eden. No existe peligro alguno de extraviarse: el camino del retorno esta perfectamente señalado; la dicha y la felicidad nos esperan allí. No seremos dioses, pero tampoco seremos gusanos. Seremos hombres, cuyo objetivo es conocer a D"s. La ciencia del futuro será: Conocer al que dijo y el mundo se hizo.  Y lo conoceremos como lo afirma el profeta: “...porque la tierra se llenara con el conocimiento del Eterno, como las aguas al mar cubren" (Isaias XI - 9). Extraído del libro "Netivot Olam II" ("Sendas Eternas II"), del Rabino Samuel A. Miskin, México.

Segundo comentario: "El objetivo del descenso, un ascenso mayor"


El Talmud relata que el pecado del comer del Etz Hadaat (árbol de la Vida), y la posterior expulsión del primer hombre del Gan Eden, sucedió el mismo día de su creación es decir, el sexto día del Bereshit (Génesis).  Pero esto despierta un interrogante: Al finalizar toda la creación de ése día la Torá expresa; "Y vio Di-s todo lo que había hecho, y he aquí que
era muy bueno", ¿acaso también el pecado y su castigo están incluidos en el 'muy bueno'?. Si observamos la explicación del Midrash sobre "muy bueno" la pregunta se hace más fuerte. "Bueno" se refiere al instinto del bien, y "muy" al instinto del mal. ¿Como se entiende esto?.

El objetivo del mal

Lo expuesto nos permite comprender la intención intrínseca de Di-s al crear el mal. La misma víbora que sedujo al pecado a Adam, y el instinto son Sus creaciones. Siendo el Creador la Esencia del Bien, debemos reconocer que el mal debe contener algún bien oculto. Este bien interior es la posibilidad de la Teshuvá. Si no existiese el mal, tampoco habría Teshuvá (retorno), el arrepentimiento y la superación del hombre por sobre sus faltas e instintos, que viene luego de que la persona ha pecado. El servicio a Di-s del penitente es tan fuerte por la sed de espiritualidad Divina, producto del anterior alejamiento que logra "transformar los pecados premeditados en méritos".

La ventaja de la luz

Éste es el significado del "muy bueno" que se enuncia en el sexto día de la Creación. Lo creado anteriormente simboliza el bien absoluto y lo perfecto sobre lo que se expresa: "Y vio Di-s que era bueno". Pero sobre la creación del hombre con un instinto del mal esta dicho "muy bueno", ya que por medio de este desafío es posible alcanzar una mayor elevación
espiritual. El pecado en sí es mal absoluto, ya que es contrario a la Voluntad Divina, pero cuando el hombre se arrepiente del mal cometido y retorna a Di-s y Su Torá, le es posible alcanzar una altura superior a la de los tzadikim (justos), ya que la luz que se genera a partir de la oscuridad, es más potente que la luz que ilumina donde nunca la hubo.

Es posible apelar

Aquí encontramos la respuesta para el ser humano, que puede lamentarse diciendo que nada puede reclamársele ya que desde un principio ha sido creado con un instinto que lo lleva hacia el pecado. A él le dice el relato de esta Parshá: "¡Todo lo contrario! Todo el motivo por el cual fue creado el instinto del mal es para alcanzar una perfección superior, en el servicio a Di-s por medio de la Teshuvá". Así llegamos al "muy bueno", que es el refinamiento completo con la llegada del Mashíaj pronto en nuestros días!.

SEFER HASIJOT 5749, TOMO 1, PAG 23.

Tercer comentario: ¿Quién, Yo?, Culpable?


"Y Di-s dijo a Cain: 'Donde esta Abel, tu hermano?'. Y dijo el: 'No se. Acaso soy yo el guardián de mi hermano?". (Bereshit 4:9)  Cual era el propósito de este dialogo entre Hashem y Cain? Cain ciertamente sabia que Hashem todo lo conoce y que aun lo oculto es revelado ante El!

Rab Simja Bunim de Pzysja explica que esta confrontación sirvió para clarificar a quien se debía culpar por la muerte de Abel. Cuando interrogo a Cain por el paradero de su hermano, Hashem dejo inferir que Cain era responsable por aquel, y que el optar por el bien o por el mal estaba dentro de su libre elección. Cain ciertamente debía saber que era merecedor de un castigo, que era culpable.  Cain había tenido la impresión de que como había matado a Abel, existía seguramente un decreto divino que determinaba ese destino para su hermano, siendo el, Cain, solo un instrumento para llevarlo a cabo. Con su contestación: "acaso soy yo el guardián de mi hermano?", implicaba que Hashem es El Guardián del Mundo y que, como lo sucedido figuraba en Su plan, el no resultaba culpable de nada.

Sabemos, por supuesto, que esta tendencia de pensamiento es totalmente ilógica. Tenemos libre albedrío; plena libertad para elegir entre el bien y el mal. Por lo tanto somos los únicos responsables de nuestros actos, sean buenos o malos.  La responsabilidad es algo muy difícil de aceptar para el ser humano. Nuestro mecanismo interno de defensa no nos permite admitir la responsabilidad por nuestros actos. De hecho, muy frecuentemente, antes que aceptar nuestra culpa procedemos a endosársela a otros: compañeros de trabajo, nuestro cónyuge, nuestros hijos, etc.

Por que es tan difícil aceptar la culpa? Quizás porque nos gusta pensar que somos perfectos y no nos podemos imaginar que realmente pudimos haber hecho algo que muestre nuestra imperfección o nuestros defectos.  Sin embargo, para lograr una rectificación personal debemos adquirir total conciencia de nuestras transgresiones. En muchas ocasiones, si pudiéramos aceptar nuestra responsabilidad tendríamos un efecto mucho mas positivo en nuestro ambiente. Para citar algunos ejemplos: si hemos provocado que otros se alejen del camino de la Tora, debemos enmendar lo hecho y aceptar sobre nosotros la responsabilidad de ser en el futuro, mejores ejemplos de conducta. O el haber dicho una palabra de Lashon Ha-ra (maledicencia, calumnia), no solo nos hace responsables de una terrible transgresión, sino que hace caer junto a nosotros a aquellos que eventualmente nos están escuchando. Y la implicancia es muchísimo mayor cuando se trata de alguien que es mas respetado y escuchado en la comunidad.

Debemos asimismo abstenernos de echar la culpa sobre otros. Innumerables veces, en nuestro intento de salvarnos de una critica o en nuestra búsqueda del culpable de alguna falta cometida, tendemos a culpar a cualquier inocente que circunstancialmente pase o se encuentre a nuestro lado, sin ponernos a reflexionar en el daño que puede provocar nuestra equivocación. Y aun si uno se encuentra frente al verdadero autor de la falta, se debe hablar con suficiente cuidado para lograr su rectificación sin herir la susceptibilidad.

(Fuentes:R' D.Goldwasser)

Cuarto comentario - El jardín del Edén


¿Cómo se imagina Ud. el Jardín del Edén? - "¿El Jardín del Edén? - pregunta Ud. - ¡Y... no sé! Nunca lo pensé en serio". Supongo que Ud. jamás ha estado en aquel hermoso lugar, ni tampoco tiene conocidos que lo hayan visitado y que le puedan informar al respecto. No le queda entonces otra opción, sino hacer uso de su imaginación. ¿Se anima a divagar por un rato? ¿Cómo fantasea Ud. un lugar atractivo? "Y... que tenga, pues, un buen clima, soleado, fresco, con una brisa  agradable y no muy caluroso, árboles de distintos tonos y flores encantadoras con rico perfume, el mar tranquilo..." "Un lugar en el que desaparezcan todos los problemas, que no haya que preocuparse por absolutamente nada (salvo elegir la playa en donde quiere pasar el día), libre del stress y de la contaminación ambiental de la ciudad..." Muy lindo - y... ¿a qué hay que dedicarse en ese lugar tan atractivo? - le vuelvo a consultar. "¡¿Dedicarse?!" - dice Ud. - "¡¿trabajar?! ¡Cómo trabajar! ¡Si es atractivo, pues no hay que trabajar, porque si tengo que salir a trabajar, entonces deja de ser atractivo!"

Bien, entonces. Analicemos juntos el texto de la Torá en el que describe las condiciones de vida del Jardín del Edén, el lugar al cual D"s invitó a vivir y en dónde colocó D"s a la primer pareja de seres humanos: A Adam (Adán) y a Javá (Eva). Posiblemente acertemos en nuestra evaluación del lugar ideal, o quizás no tanto. (Antes de seguir, debo aclarar que el término "Edén" se utiliza en la literatura rabínica indistintamente para hablar del sitio físico terrenal en el cual estuvieron oportunamente Adam y Javá, por un lado, y, por el otro, del "lugar" espiritual en el cual habitan las almas justas después de fallecer. En este fascículo, hablaremos únicamente del primero de ambos).

"Y D"s hizo crecer de la tierra (en el Jardín del Edén) todo árbol placentero a la vista y beneficioso para comer..." (Bereshit 2:9)  Hasta aquí coincide con su fantasía. Efectivamente, la Torá confirma que esto no es ficción, y, al menos, los fascinantes y maravillosos árboles indudablemente existen en el Edén. Sin embargo, sigamos adelante con la
Torá: "Y tomó D"s a Adam... y lo colocó en el Jardín del Edén, "para trabajarlo y cuidarlo" (Bereshit 2:15).

De este versículo se entiende claramente que Adam no fue creado dentro del Jardín del Edén, sino que fue engendrado afuera de él y recién luego, D"s lo indujo a ingresar. Adam conoció el "mundo de afuera" (en el cual estamos insertos nosotros), que evidentemente deja lo que desear, en particular si uno lo compara con la belleza del Jardín del Edén. En otras
palabras, Adam era consciente que el Edén en el cual habitaba era un lugar privilegiado y que podía llegar a perderlo si no se conducía de acuerdo a lo que se esperaba de él. Podemos suponer que D"s quiere que la persona aprecie lo que posee, y en el caso de Adam, le dio la oportunidad de conocer que las ventajas del Edén, no eran generalizadas.

Asimismo, el versículo declara rotundamente que el objetivo de la vida del Edén era "para trabajarlo y cuidarlo". "¿De qué trabajo y de qué cuidado se habla aquí? Si se tratara de plantar árboles, eso no puede ser, porque ya los plantó D"s. Tampoco se puede tratar de la necesidad de riego, pues ya dice "y salía un río del Edén para irrigar el Jardín" (Bereshit 2:10).

¿De qué se trata entonces? El 'trabajo' se refiere a la dedicación al estudio de la Torá, y 'cuidar' se alude al cumplimiento de la Mitzvot." (Pirkéi d'Rabi Eliezer 12). Aun si el "trabajo" y el "cuidado" del Jardín fuesen literales (refiriéndose a arar, sembrar, etc.) como algunas autoridades opinan, la tarea no deja de ser espiritual, por el solo hecho que el cumplimiento de estas tareas respondían a la consigna que D"s le había encomendado. De un modo u otro, la vida en el Edén no era ociosa.
El ocio no tiene lugar en el judaísmo ni en el plan de D"s para la humanidad en su totalidad. La actitud reacia al trabajo como un "mal necesario" al que hay que volver todos los días lunes - una postura que tiene mucha difusión en nuestra sociedad (los "caballeros" medievales también suponían que trabajar era cosa de esclavos, pero no para gente de su propia categoría que dedicaba su tiempo a cazar, a los duelos, o simplemente a no hacer nada) - no coincide en absoluto con la Torá. Así que, (espero no decepcionarlos demasiado) Adam debía trabajar, pues el trabajo es bueno. No solo eso, sino que recién luego que Adam trabajara, podría disfrutar de los placeres del Edén, pues solamente después de este versículo, D"s le dice a Adam (Bereshit 2:16) "de todo árbol del Jardín has de comer..." "¡Qué valioso que es el trabajo, pues aun Adam no probó nada antes de haber trabajado!" dice en Avot d'Rabi Natan, basándose en este hecho.

Rash"í explica las primeras palabras de este versículo: "y tomó D"s" en el sentido que 'lo tomó con palabras, persuadiéndolo a ingresar al Jardín del Edén'. La pregunta obvia es: ¿Para qué necesitaba D"s seducir a Adam para que entre a un lugar superior? ¿No es obvio que Adam por si solo quisiera habitar en este jardín tan "exclusivo"? Antes de responder esta pregunta, debo aclarar que Rash"í aplica la misma explicación en lo demás lugares en los que la Torá emplea la palabra "tomar" con respecto a una persona. En todos los casos, uno se sorprende que los interesados realmente deban ser convencidos, pues en todas las instancias análogas, la proposición parece ser un privilegio para el candidato. Veamos: Sará persuadió a Hagar a que se quiera casar con su marido para tener hijos con él (Bereshit 16:3). Moshé persuadió a Aharón y a sus hijos para que tomen el cargo de Kohanim (sacerdotes) (Vaikrá 8:2). Más tarde sucedió la situación equivalente al momento de asumir de los Leviim (levitas) (Bamidbar 8:6). ¿A qué se debe que todas estas oportunidades se requirió, a su vez, hacer uso de la persuasión para convencer? Posiblemente la respuesta sea la siguiente: en todos los casos mencionados, el ofrecimiento se trató de una progresión espiritual. Adelantar en materia mística, significa un compromiso en todo nivel de vivir irrevocablemente acorde a la categoría religiosa correspondiente al grado espiritual ansiado. Dado que nada, absolutamente nada, es gratis en la vida, y todo privilegio debe ser correspondido y compensado con una conducta equilibrada, una persona consciente y coherente, toma en cuenta todos los aspectos relacionados con su progreso, de modo que las decisiones adoptadas se mantengan con el tiempo y ayuden a crecer aun más. En todos los casos que mencionamos, Adam, Hagar, Aharón y los Leviim temieron que no estaban aún capacitados para este próximo paso en sus vidas.

Volviendo a Adam y Javá. Después de pecar, D"s les indicó que el Jardín del Edén ya no era el lugar indicado para su nuevo estado espiritual frustrado, es decir, que el nivel de Adam no era proporcionado a los desafíos que ofrece el Jardín del Edén. A esa altura de los acontecimientos, Adam creyó que por si solo podría aún recuperar lo que había quebrantado (habitualmente las personas no son lúcidas respecto a sus propios deslices y no advierten sus caídas morales). Pero no había de ser así. D"s lo debió echar del lugar para que reconociera que le faltaban temporalmente las condiciones para vivir en el Edén. Debería retornar al mundo menos favorecido y recuperarse para volver a ser apto e ingresar nuevamente. A la entrada del Jardín del Edén, D"s colocó a los "Keruvim", por un lado y una lanza giratoria, por otro. ¿Qué función cumplen los Keruvim? R.Sh.R.Hirsch sz"l compara esta mención de estos Keruvim con las imágenes que estaban apostadas encima del Arca de la Tablas de la Ley en el Mishkán (santuario), y explica que, del mismo modo que allí, los Keruvim representan a las personas derechas y santas que surgen del correcto y minucioso cumplimiento de la Ley de la Torá. Estos son, entonces, los "modelos" de vida de personas con quienes compartimos la vida en cada generación. Si emulamos su eximia conducta, nos acercamos en el camino para retornar al Edén. De modo contrario, intervienen las lanzas giratorias que nos hacen ver la desviación y nos instan a poner nuestras miras rumbo al Edén. Si queremos, o no, nuestro destino está fijado.

Depende de nosotros, que el camino no sea traumático. Sin embargo, como seres Di-vinos nos corresponde el espacio inmejorable que D"s creó para nosotros. Ese lugar no es lo que nosotros, con nuestros conceptos limitados apreciamos. Pero es lo óptimo para D"s.

Shabat Bereshit: Reflexiones,
por Rabbi Ciner


Esta semana me desviare de mi formato tradicional. Este Shabat mi tercer hijo, Aharon Aryeh, va a cumplir trece años, edad en la que un varón judío alcanza la edad en la que asume todas las responsabilidades religiosas de un hombre.  Los sabios enseñan que la mitzvah (el mandamiento) de Talmud Tora (estudio de la Tora) equivale a todos los otros preceptos juntos. Por ende, pense que esta mitzvah seria una forma maravillosa para que el empiece su camino al cumplir los trece años y que comparta con ustedes algunas palabras de Tora de esta parasha.

Habiendo dicho esto, pasó el bastón a mi hijo Aharon que (con una ayuda de su Papi) presentara el articulo "Reflexiones" de esta semana:  Esta semana leeré la parasha Bereshit que relata el briat ha'olam - la creación de mundo. Pienso que este tema se aplica muchísimo al hecho de convertirse en bar mitzvah.

Adan fue creado y tuvo al mundo entero a su disposición. Lo que Adan hacia afectaba absolutamente todo. Chazal (nuestros sabios) dicen que toda persona esta obligada a decir: "el mundo entero fue creado para mi".  Nosotros también afectamos al mundo entero con cada acción que hacemos.

Las decisiones que tengo que tomar al hacer mi bar mitzvah se basan en la discusión entre Kayin y Hevel. Dice el passuk (versículo): "Y era el final de los días, Kayin trajo de la fruta de la tierra una ofrenda para Hashem y Hevel trajo el primogénito de su manada 4:3-4".

¿Que significa "el fin de los días"? ¿Cuales fueron esos días del fin?  El Kli Yakar explica que hubo una discusión muy fuerte entre Kayin y Hevel acerca de cual es el propósito de la vida. Según dice el Midrash, Kayin escogió a la tierra como su jelek (porción). Hevel escogió "metaltalin" - objetos móviles. El Midrash nos cuenta un parábola acerca de una persona que viaja a un pueblo lejano para comprar bienes. Si compra campos y casas, entonces solo los puede disfrutar mientras esta en ese pueblo lejano. No los puede llevar de regreso a casa con el, y cuando regresa a casa, lo hace con las manos vacías.

Kayin escogió tierra como su jelek. El considero que el olam ha'zeh (este mundo terrenal en el que vivimos} es lo único que existe y por lo tanto toda la energía del hombre debería ser puesta sobre lo terrenal. Hevel, en cambio, escogió "metaltalin". En la parábola del Midrash, cuando Hevel viajo a otro pueblo, solo compro cosas que podía traer de vuelta consigo a su verdadera casa. Hevel entendió que había un olam habah (un mundo venidero) después del olam ha'zeh. Hevel eligió ser un pastor para poder tener tiempo para pensar y traer korbanot (sacrificios) para Hashem de sus mejores animales. Hevel entendió que los únicos bienes importantes en este olam ha'zeh son aquellas cosas que podemos llevarnos al mundo venidero. Todo lo demás es, como su nombre, Hevel (vanidad).

Esto es lo que significa "el fin de los días". Al pensar que es lo que puede llevarse en el fin de días, Kayin comenzó a ponerse un poco nervioso. Tal vez si haya algo después... En ese momento, decidió traer un korban (sacrificio) para Hashem. Pero aun así, que fue lo que el trajo como korban? El trajo un pishtan (fibra de lino) . Ni siquiera podía ofrecer algo mejor para Hashem....

Por otra parte, la vida entera de Hevel estaba enfocada en el Kaitz Hayamim - el fin de los días. El trajo de sus primeros y mejores animales.  Espero que al hacer mi bar mitzvah pueda seguir los caminos de Hevel, sabiendo lo que es olam ha'zeh y pudiendo sembrar adecuadamente para el mundo venidero.
Aharon Aryeh Ciner
Nota: A todo esto lo único que su padre puede añadir es un AMEN muy fuerte!
Shabat Shalom

Shabat Bereshit: Drasha
Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

La parasha de esta semana nos cuenta de un formidable enemigo que nos acompaña cada día en cada acción a lo largo de nuestra vida. Este enemigo es conocido como el "Yetzer Harah", la inclinación/tendencia al mal. Después de que Kayin trae una ofrenda no muy "elaborada" Di-s le habla: “Seguramente, si tratas de superarte, serás perdonado. Pero si no te
arrepientes, entonces el pecado estará en la puerta de vuestra casa. Tienes un deseo dentro tuyo, pero puedes conquistarlo" (Génesis 4:7).

Con esta breve introducción al concepto del "Yetzer Harah" quiero compartir una historia que recientemente escuche, que tal vez sea especial para esta época en que termina aquí en Estados Unidos las grandes ligas de béisbol que atrapan a tantas personas. También puede ser una lección para aquéllos como yo que a veces pegamos nuestras orejas a las frívolas
conversaciones del subterráneo de Nueva York.

El Rab Sholom Schwadron había notado como uno de los estudiantes de la yeshiva había faltado el domingo y lunes. En la mañana del martes se acercó al joven para preguntarle por que no había ido a estudiar esos dos días. "Te conozco desde hace dos años, y nunca has faltado un solo día a la yeshiva. Estoy seguro que algo importante ocurre. Por favor dime si ocurre algo serio."

El joven al principio no quiso hablar, pero después de vacilar unos segundos logro decirle: "contaría todo, pero, Rebbe, usted no entendería". "Prueba a ver si entiendo o no" Rab Sholom le respondió. "Haré todo lo posible para tratar de entender y apreciar lo que me cuentes".

"Vamos a ver", respondido el estudiante, confiado sin importar qué explicación daría, sería incomprensible para el Rab que probablemente nunca haya visto en su vida una pelota de fútbol. "Falte a la yeshiva porque estaba viendo las finales de fútbol del Maccabi Tel Aviv. De hecho, probablemente también falte a la yeshiva mañana", dijo el alumno con vergüenza. "Pasa que es la final del campeonato".

El Rab Schwadron no se mostró enojado, todo lo contrario, pareció interesarse mucho. "Estoy seguro que este juego de fútbol debe ser realmente excitante. Cuénteme, ¿cómo se juega al fútbol? ¿Cual es el objetivo? ¿Quien gana?.

"Hay once jugadores, y el objetivo es patear una pelota dentro del arco. Solo el portero puede tocar la pelota con la mano", le respondió el estudiante lleno de entusiasmo, mientras que la cara de Rab Schwadron se iluminaba con el relato del joven.  El Rab Schwadron sabia que este joven era un buen estudiante y quiso que este cómodo. "Así que hay que meter la pelota en el arco para ganar...Si es así, vaya ahora, patea la pelota en el arco, y regresa a yeshiva", sugirió el Rab.

El estudiante se rió. ¡"Rebbe, usted no entiende! ¡El equipo contrario también tiene once hombres y un portero, y ellos tratan de detener al adversario para que no metan la pelota en el arco".  "Dígame," le dijo el Rab Schwadron. Estos otros hombres del otro equipo, ¿están allí las 24 horas del día?". "Claro que no!" dijo el estudiante riéndose. "Se van a casa a la noche" ¿Hacia dónde estaba yendo el Rab con todas estas preguntas?, se cuestiono el joven.

El Rab Schwadron se le acerco al oído y en secreto le dijo su brillante plan. "Por qué no nos metemos en el estadio esta la noche mientras los contrarios no están y pateamos la pelota en el arco cuándo nadie mira? ¡Entonces después, podemos regresar a la yeshiva!".

El joven se dio por vencido frustrado de ver que el Rab no había entendido. ¡Oy! ¡Rebbe! Usted no entiende. ¡No se hacen goles si el otro equipo no trata de detenerte! ¡No tiene ningún sentido patear la pelota dentro de un arco vacío y sin adversario que este del otro lado!

"Ah!" grito el Rab Sholom con tono de victoria. ¡Ahora escucha por un momento lo que acabas de decir: No tiene ningún sentido patear la pelota dentro de un arco vacío si no hay adversarios del otro lado. Lo mismo sucede con el estudio de la Tora: justamente cuando hay adversarios, cuando hay un deseo de faltar a clase, cuándo el Yetzer Harah trata de desviarnos del camino es cuando realmente se acumulan puntos. ¡Ven mañana, y jamas podrá imaginar cuántos goles marcaras para el equipo de Hashem".

¡No hace falta decir ni que el joven entendió el mensaje y estaba al día siguiente estudiando en la yeshiva. La Tora nos enseña sobre la naturaleza del Yetzer Harah y como este nos desafía en cada momento. El Yetzer Harah siempre esta listo para bloquear nuestras intenciones de cumplir mitzvot. Nuestro trabajo es darnos cuenta de que debemos vencerlo cuando el deseo es mayor. Porque cuando es más difícil hacer lo correcto, ahí es cuando realmente acumulamos puntos.