Resumen de la Parashá Bereshit
La Torá comienza
declarando que en el principio Hashem creó el cielo y la tierra de la nada. Sin
embargo, el mundo era un vacío, sin forma ni orden. durante los primeros seis
días D-s creó y ubicó cada cosa en el universo en su posición adecuada de
funcionamiento. El orden de esta tarea divina fue el siguiente:
Primer día: Creación de la luz y la oscuridad
Segundo día:
Arreglo del rakía (firmamento) para
separar las aguas del cielo y de la tierra.
Tercer día:
Acumulación de las aguas en un lugar, permitiendo que la tierra fuera visible
Cuarto día:
Creación y ubicación del sol y de la luna en el cielo
Quinto día:
Creación de la vida en el mar, y de las aves
Sexto día: Creación
de los reptiles, demás animales y, finalmente el hombre
El Séptimo día de
la creación, Hashem "descansó" y lo santificó como shabat.
D-s decidió que no
era bueno que el hombre estuviera solo. Trajo a todos los animales y aves ante
Adam, y éste les dio nombre, pero no pudo encontrar compañera para é entre
ellos. En consecuencia, Hashem sumió a Adam en un profundo sueño, sacó una de
sus costillas y luego cerró la herida con carne. Dio forma, desarrolló y
completó la costilla, haciendo con ella una mujer, a la cual llevó ante Adam.
Luego ubicó a ambos en el Jardín del Eden, donde podrían comer de todo, excepto
del fruto prohibido del árbol del conocimiento. Sin embargo, Javá se dejó
influir por la astuta serpiente (najash),
comió del fruto prohibido y le dio a probar a Adam. Como resultado de esta
transgresión recibieron el castigo divino: fueron obligados a abandonar el Gan Eden y comenzaron su vida humana,
tal como la conocemos, experimentando las dificultades del trabajo para su
sustento y el sufrimiento de la parición. También la serpiente recibió su castigo
y a a partir de entonces se arrastra sobre la tierra y come polvo.
Adam y Javá
tuvieron dos hijos: Caín, que se convirtió en agricultor, y Hevel, que fue un
pastor. Ambos llevaron ofrendas de su producción a Hashem. Hevel era sincero y
llevaba lo mejor de su rebaño. Por otro lado, Cain no lo era y llevaba lo peor
de su producción. Hashem aceptó la ofrenda de Hevel e hizo descender un fuego
del cielo, que lo asó. Pero no ocurrió
lo mismo con la de Cain, quien se sintió avergonzado y se encolerizo. Mientras
estaban en el campo, Caín mató a Hével.
Cuando Hashem le
preguntó donde estaba su hermano, Cain respondió: "Soy acaso el guardián
de mi hermano?" D-s lo castigó, entonces, severamente, maldiciéndolo y
forzándolo a deambular continuamente sobre la faz de la Tierra. Adam y Javá tuvieron un tercer hijo, Shet, y
otros más. Como cada generación se reproducía, a su vez, el número de seres
humanos creció considerablemente.
Hubo diez
generaciones desde Adam hasta Nóaj, incluyendo dos tzadikim: Janoj y Metushelaj. Sin embargo, la mayoría se inclinó
hacia el mal y practicó la inmoralidad y la violencia. Hashem comenzó a
reconsiderar Su acto de poblar el mundo con la raza humana. Noaj, empero,
encontró gracia en Sus ojos.
Primer día: Creación de la luz y la oscuridad
Estudiando tres versículos
20 - Y dijo Dios:
"produzcan las aguas una multitud de seres vivientes y aves que vuelen
sobre la tierra, por la superficie del firmamento del cielo".
20 - "PRODUZCAN LAS AGUAS UNA MULTITUD DE SERES
VIVIENTES": La obra de creación se desarrolla en
dos direcciones opuestas. Por un lado las esferas de emanación recorren las
etapas sucesivas que separan el mundo trascendente del espíritu puro de las
esferas inmanentes correspondientes a las múltiples manifestaciones de la vida
terrestre. En esta dirección, la unidad inicial se despliega en una rica
variedad de formas. A medida que se opera este despliegue, va precisándose y
pasando de lo abstracto -a lo concreto. Así, por ejemplo, la luz del primer día
se concretiza en los astros del cuarto día; las extensiones de agua y atmósfera
reciben el quinto día sus criaturas vivientes; y, por último, la naturaleza,
que en el tercer día aparecía ya adornada de plantas, se puebla de habitantes
el sexto día. Cuanto más se alejan las esferas de su fuente inmaterial, más se
encarnan; su forma aparece cada vez más "rematada" y más adecuada a
las dimensiones terrestres.
Pero otra evolución
se produce simultáneamente en dirección opuesta: es la que parte de la materia
para elevarse hacia las cimas del espíritu. En efecto, la creación también
evoluciona en el sentido de una manifestación cada vez más importante de las
fuerzas espirituales. Por ejemplo, la aparición del mundo mineral, inanimado,
precede la del mundo vegetal en el que se manifiestan los primeros signos
elementales de la vida. La etapa siguiente es la creación de los animales que
según nuestro versículo, están dotados de Nefesh
Jaia, es decir, de "alma viviente". Por último la creación del
hombre es la culminación de este proceso de promoción del espíritu pues, además
del alma "vegetativa" y del alma "sensitiva", Nefesh y Ruaj, el hombre alberga el alma
espiritual Neshamá, gracias a la cual
realiza dentro de sí el equilibrio de las fuerzas físicas y de las fuerzas
espirituales, ocupando por consiguiente una posición central, a igual distancia
de las esferas celestes y de las terrestres.
Así pues, mientras
Dios va acercándose al hombre a través de una sucesión de grados de emanación
que va desde las esferas trascendentes del espíritu hasta la materia inanimada,
las fuerzas espirituales excluidas de la tierra tienden simultáneamente a
elevarse hacia Dios siguiendo el mismo camino en sentido opuesto; y en este
movimiento de retorno a la Divinidad elaboran formas cada vez más
perfeccionadas hasta crear al hombre quien aspira constantemente a reunirse con
su Creador mediante un esfuerzo de elevación de] alma y del espíritu. De esta
manera, el rayo reflectado por el hombre se encuentra con el rayo incidente
lanzado por Dios.
El Salmo CXLVIII
describe a la perfección este movimiento de ida y vuelta: Todas las criaturas
del Universo, unidas en un solo coro, cantan la gloria del Creador.. Sus voces
se despliegan en dos direcciones. Primero, las armonías sagradas bajan de los
cielos y de las regiones superiores, y luego, parten de la tierra para elevarse
hasta las alturas del trono celestial (véase también Rashí en el Cantar de los
Cantares VII, 2).
Así pues, el orden
en el que se desarrolla la Creación les indica a los hombres el camino que
deben seguir. Para cada uno de nosotros existe en efecto un camino que le
conduce, paso a paso, desde lo más profundo de la vida terrestre hasta las
cumbres de la existencia. A medida que vayamos subiendo por esta escalera
universal de perfección, nos acercaremos cada vez más al Creador.
26 - Y Dios dijo:
"hagamos un hombre a nuestra imagen, segun nuestra semejanza, para que
tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo y sobre las
bestias, y sobre la tierra y sobre todo reptil que se arrastra sobre la
tierra".
26 - DIJO DIOS: "¡HAGAMOS UN HOMBRE A NUESTRA
IMAGEN.. !" Rashí explica: Aunque nadie ha
ayudado a Dios en su obra de Creación y aunque los herejes pueden utilizar este
plural contra el monoteísmo, la Torah no ha querido dejar pasar la oportunidad
de darnos aquí una lección de modestia: (con el plural: "hagamos...")
nos enseña que (en determinadas ocasiones), el superior debe consultar a su
inferior y solicitar su consentimiento. Si la Torah hubiese escrito: "Yo
haré al hombre", no hubiéramos sabido que Dios consultó a su "consejo",
y hubiéramos pensado que formó su proyecto solo. Por otra parte el versículo
siguiente basta para rebatir el argumento de los herejes pues dice: "Y
Dios creó al hombros y no "ellos crearon..."
En el texto
original del Midrash Rabá, del que
Rashí se inspiró para este comentario, está dicho de manera aun más explícita
que cuando Moisés escribía el texto que Dios le estaba dictando, al llegar a
este pasaje, preguntó: ¿Por qué les proporcionas a los herejes (con las
palabras: "Hagamos al hombre") un pretexto (para confirmar su teoría
politeísta)? Dios le contestó: Escribe, y que el que quiera cometer el error
que lo cometa. Ya que el hombre ha de ser el amo de la Creación, es conveniente
que consulte a las esferas superiores y a las inferiores para pedirles su
consentimiento. Así los hombres aprenderán de Mí que el más grande debe
solicitar la aprobación del más pequeño antes de imponerte un jefe".
La Torah prefiere
pues emplear una fórmula que pueda dar lugar a malentendidos y favorecer el
error politeísta antes que renunciar a proclamar una norma moral fundamental.
La lección que nos da aquí la Biblia, desde la primera página, es de suma
importancia. En efecto, son muchos los pasajes de la Escritura que resultan
ambiguos, oscuros o incluso contradictorios. Ocurre que, en estos casos, la
crítica bíblica no vacile en poner en duda la autenticidad de los textos
sagrados, en formular juicios arbitrarlos sobre, sus supuestos autores, o
también en resolver las dificultades de una manera expeditivo, tachando cierto
pasajes, alterándolos o desfigurándolos. Estas son las aberraciones de la mente
humana que la voz Divina apostrofa diciendo: "Que el que quiera cometer el
error, lo cometa". Las enseñanzas morales, filosóficas, históricas y demás
que contienen los textos incriminados y que la exégesis talmúdica suele poner
en evidencia importa infinitamente más que las conclusiones engañosas de los
herejes. Para el Legislador Divino, las preocupaciones morales y doctrinales
prevalecen sobre las consideraciones filológicas e incluso históricas. Este
concepto de la universalidad de la Biblia, que encabeza aquí el texto del
génesis, es como un aviso general que nos da la Escritura en lo que respecta a
las dificultades de los textos que contiene.
A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA. "La
mejor de todas las explicaciones que se han dado de este versículo, escribe
Nahmánides, es la que relaciona la palabra Tzelem
(imagen) con el aspecto y
expresión del rostro, y el término Demut
(semejanza) con la forma corporal del hombre, que es similar a la de los demás
seres terrestres; pues el hombre se aparenta por su cuerpo a las otras
criaturas y, por su alma, a los seres superiores". En efecto, lo que mejor
refleja la imagen de Dios es el rostro del hombre santo y justo, lleno de sabiduría,
bondad y amor. Su grandeza de ánimo llena de gracia sus rasgos; su inteligencia
ilumina su mirada y la llama que arde dentro de el, confiere a todo su ser el
resplandor radiante que inspiró al salmista las siguientes palabras: "(el
hombre) es casi el igual de los seres divinos: ¡le has coronado de gloria y de
magnificencia!" (Salmo VIII, 6).
El hombre ha sido
creado a imagen de Dios en la medida en que lleva dentro de sí una chispa del
Espíritu Divino: gracias a esta chispa, el hombre es "único abajo, del
mismo modo que Dios es único en lo alto; es el único ser de abajo en conocer el
bien y el mal" (Rashí, Gen. III, 22) pues, entre todas las criaturas, sólo
él posee el libre albedrío. Por consiguiente, tiene la capacidad de dominar la
materia con su espíritu. Gracias a la chispa Divina, su alma es inmortal y
enciende en él la luz de la inteligencia que le permite conocer a Dios, amarlo
y unirse a El.
"Insuflando en
sus narices aliento de vida" (Gen. II, 7) fue como el Creador introdujo
aquella chispa en cada ser humano. Pero también la forma corporal del hombre demut a pesar de ser "polvo
desprendido del suelo" (Ibid) fue modelada a semejanza de Dios.
Maimónides, en su preocupación por descartar la más mínima sospecha de
antropomorfismo considera que las palabras "imagen" y
"semejanza" deben interpretarse aquí en sentido figurado (Guía de los
Descarriados L, l); Yehudá Haleví adopta, por su parte, la concepción conocida
bajo el nombre de concepción del microcosmo, según la cual el hombre, mundo en
miniatura, refleja exactamente en su constitución corporal y psíquica la
estructura del macrocosmo o Universo (Kuzarí IV, 25). Esta teoría se remonta al
antiquísimo Sefer Yetzirá atribuído
al patriarca Abrahám o, según otros historiadores, al Taná Rabí Akibá. Afirma
que existe un paralelismo entre la constitución física del hombre y la
estructura funcional del alma universal: La cabeza corresponde a la esfera
puramente espiritual del mundo metafísico; el pecho a los elementos de voluntad
y acción de las esferas de emanación intermedias entre el espíritu y la
materia; por último, los miembros y las partes inferiores del cuerpo son la
encarnación de las funciones físicas del mundo material. (Para más detalles,
véase Kuzari, Ibid.).
Así pues, el hombre
representa en cierto modo "la sombra" proyectada sobre la tierra por
la Majestad Divina, Tzelem. Y se
deriva de Tzel (sombra), según la
interpretación de Rabi Moshé Cordovero.
18 - Y dijo el
Señor Dios: "no es bueno que el hombre este solo, le haré una ayuda idónea
para él".
18 – "NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO”: No creas, apunta Bahía, que el Creador haya tenido que modificar el
plan inicial después de ejecutarlo. Lo que ocurre es que nuestro versículo hace
en realidad referencia al principio de la Creación. D-os creó primero un
andrógino compuesto de un hombre y de una mujer que estaban atados el uno al
otro por la espalda. (Esto explica que el hombre también tenga senos). Pues la
Unidad absoluta no puede existir más que en Dios; es imposible en la tierra
(&: Rashí). Por eso la unidad del modelo Divino se reflejó en la tierra en
forma de unión entre el principio masculino y el femenino. Pero "fue sólo
cuando el cielo y la tierra se unieron por primera vez, dando así nacimiento a
la lluvia (v. 6) cuando el hombre y la mujer, ajustándose al modelo de la
naturaleza, realizaron también su unión cara a cara. El deseo que siente la
hembra por el varón se parece a la humedad que sube de la tierra al cielo; esta
humedad cuaja en nubosidad y entonces el cielo riega la tierra. El hombre y la
mujer se unieron verdaderamente cuando pudieron mirarse cara a cara, y fue esta
unión perfecta lo que dio nacimiento al principio mediador: el amor"
(Zohar I, 35 a).
Es cierto que el
hombre hermafrodita también hubiera sido capaz de reproducirse a la manera de
las criaturas unicelulares. En efecto, aun tenía su aspecto bisexual primitivo
cuando Dios le bendijo diciendo: "Procread y multiplicaos". Sin
embargo, el acto de reproducción se reducía entonces, a una reacción puramente instintiva,
como en el caso de los animales. Lo que le faltaba al hombre primitivo para ser
perfecto era precisamente que su relación sexual fuese un acto de voluntad
libre originado en un sentimiento de amor. Con el fin de que naciera este
principio mediador, que es el amor, Dios "puso al ser auxiliar en frente
de él", creando así a Eva (&: Nahmánides y Akedat Yitshak, Shaar 8).
Así como el amor
infinito de Dios fue lo que dio origen a la Creación del mundo (Salmos LXXXIX,
3), el amor humano es lo que debe hacer germinar la vida humana tras inspirar
el acto de procreación. Cuanto mas profundo es el amor, más armoniosa es la
unión de la pareja procreadora. Y este acuerdo íntimo forjado por el amor, es
lo que hace posible que la unión sexual del hombre y de la mujer produzca un
fruto perfecto.
... UNA AYUDA A SU LADO ... Esta
expresión indica claramente que la mujer ha sido creada para proporcionarle al
hombre el complemento físico, moral y social que su naturaleza reclama. En
efecto, la tarea que el hombre debe llevar a cabo en la tierra es demasiado
pesada para una sola persona. Necesita una "ayuda a su lado". Gracias
a la mujer, su otra Yo, y a la comunidad que forma con ella en el matrimonio,
el hombre puede (aspirar a) realizarse plenamente. En cambio, sin su pareja, no
es más que un medio hombre. Cabe advertir que la definición que el texto
bíblico nos da aquí de la mujer ("una ayuda a su lado") no alude al
aspecto sexual de la relación. La función que la Escritura le asigna a la
pareja del hombre está revestida de la mayor dignidad posible. La fórmula:
"una ayuda a su lado" significa que la mujer no es la sombra de su
marido o una esclava despreciada, víctima de la tiranía de su esposo - como era
el caso en la antigüedad pagana - sino la colaboradora valiosa e indispensable
a la que ninguna otra criatura hubiera podido sustituir.
La conclusión que
los estudiosos de la Ley han sacado de este versículo es que el matrimonio es
una institución Divina y que, además, el estado matrimonial es lo único que le
permite al hombre vivir plenamente su verdadera vida. Cuando la Torah proclama:
"No es bueno que el hombre esté solo," condena el celibato
declarándolo implícitamente contrario a la naturaleza. Incluso después de que
el hombre ha cumplido su deber de procreación le está prohibido vivir sin
esposa: Según la ley judía, el cumplimiento de los deberes conyugales por el
marido es un derecho exigible por la esposa, y este derecho no debe confundirse
con el de la procreación (Yebamot 61 b y Eben Haezer, Cap. 76.
Estudiando algunos midrashim
Torá, el Anteproyecto del Mundo
La Torá fue el
primero de estos siete conceptos fundamentales. Precedió la creación del mundo
en dos mil años. ¿Por qué fue esto necesario?
La Torá dice -Yo he servido como el instrumento arquitectónico en la
construcción del mundo.-
Si un constructor erige una casa sin consultar un
arquitecto, ¿cómo será el producto final? La casa podría carecer de las
puertas, ventanas o escaleras necesarias. Podría cometer un error en la viga
básica de sostén de manera que toda la casa se derrumbaría poco tiempo después
de su terminación. Por lo tanto, cada construcción debe estar precedida por un
proyecto. El primer paso en la construcción es el plano completo dibujado por
el arquitecto, incluyendo cada una de las divisiones, entradas y salidas. Luego
el constructor siguiendo el proyecto de la construcción, lo convierte en
realidad.
¿Siguiendo qué
diagrama fue construido el mundo? La
Torá dice -Yo fui el plan maestro de Hashem en la construcción del mundo.
Hashem me tuvo frente a El durante los seis días de la Creación. Miró el pasuk
(1:1)"En el principio D- s creó el cielo y la tierra" y, así creó el
cielo y la tierra. Miró las palabras (1:3) 'y D-s dijo -"Hágase la
luz" y cumplió con las palabras mediante la creación de la luz, etc. De
esta forma siguiendo las palabras de la Torá paso a paso a lo largo de la
creación, formó el universo conforme al plan estipulado por la Torá.
* * * *
Realidad del Creador
El emperador
Adriano preguntó a R. Iehoshua -¿El mundo tiene un amo?-
- Por supuesto
- contestó R. Iehoshua. - ¿Acaso pensó Ud. que el mundo podría existir sin un
dueño?
-
Entonces, ¿Quién es su amo?
-
Hashem es el Creador del cielo y la tierra. Pero Adriano insistía - Si
esto fuera verdad - decía - ¿por qué no Se revela varias veces al año a su
pueblo para que Le teman?
-
Eso sería imposible - contestó R. Iehoshua - porque dice (Shemot 33:20)
- "Ningún hombre puede verme y vivir."
-
No creo eso - dijo enojado Adriano - Nadie puede ser tan grandioso como
para que fuese imposible siquiera mirarlo. R. Iehoshua se fue. Más tarde, al
mediodía, volvió y le pidió al Emperador que saliera.
-
Estoy listo para mostrarte a Hashem - anunció. Curioso, Adriano lo siguió al jardín del
palacio.
-
Mira directamente al sol. Allí descubrirás a Hashem - dijo R. Iehoshua.
-
¿Qué? - exclamó Adriano enfurecido. - ¿Sabes lo que estás diciendo?
Todo el mundo sabe que es imposible mirar directamente al sol al mediodía.
-
R. Iehoshua sonrió - Fíjate en tu propia afirmación. Tú admites que
nadie puede fijar la mirada en el sol en plenitud cuando está en su cenit. Sin
embargo, el sol es uno de los sirvientes de Hashem, y su gloria, es solamente
una millonésima fracción del esplendor de Hashem. ¿Cómo piensas que la gente
podría mirarlo a El? Sin embargo, El prometió que llegaría el día cuando
solamente El será exaltado y Su grandeza aceptada por todos.
Un apikoros le preguntó una vez a R. Akiva- ¿Quién
creó al mundo?
-
Hashem- contestó R. Akiva.
-
Pruébalo- exigió el apikoros.
-
R. Akiva contestó únicamente -
Vuelve mañana. Cuando el hombre volvió
al día siguiente, R. Akiva le preguntó - ¿Qué llevas puesto?
-
Una túnica.
-
¿Quién la hizo?
-
El tejedor.
-
No te creo. Pruébalo- exigió R.
Akiva.
-
Esto es ridículo. ¿Acaso no te das
cuenta por la tela y el diseño que un tejedor la hizo? - dijo el hombre.
-
¿Y tú no te das cuenta que Hashem
creó el mundo?
Después que se fue
el apikoros, R. Akiva explicó a sus alumnos - Así como una casa fue obviamente
construida por un constructor y una prenda obviamente cosida por un sastre, así
el mundo (que sigue un orden natural) fue obviamente creado por el Creador.
* * * *
El primer día de la creación: La creación del Cielo, la
Tierra y su contenido, y la creación de una Luz Especial
Una noble romana preguntó a R. Iose ben Jalafta - ¿En
cuántos días creó Hashem al mundo? (Su pregunta hacía referencia a la aparente
contradicción en la Torá que figura en el primer pasuk donde dice que el cielo
y la tierra fueron creados en el primer día, mientras más tarde describe la
creación durante el transcurso de seis días).
-
Creó todo el primer día -
respondió R. Iose. Cuando se sorprendió
por esta afirmación, R. Iose le preguntó:
-
¿Alguna vez preparó una comida
para un invitado?
-
Por supuesto - respondió.
-
¿La sirvió toda junta? le
preguntó.
-
No, la cociné todo en la cocina y
luego serví, un plato después del otro - explicó ella.
-
Así es como Hashem creó el mundo -
le respondió R. Iose.
El primer día Hashem creó la materia prima a partir de la cual construiría todo
en el mundo. Por lo tanto, desde el primer día, el sol, la luna, el zodíaco,
los árboles, el pasto, el Gan Eden y el Guehinam, todos existieron como una
materia pura sin forma. Los días posteriores de la Creación, Hashem formó y
moldeó la materia que compondría cada entidad hasta conformar el objeto tal
como lo conocemos.
* * * *
Como fue creado Adam Erev Shabat y colocado en el Gan
Eden
El último de los
Seis Días de la Creación fue el Primero de Tishri. Hashem estaba a punto de
formar el cuerpo de Adam.
-
Acumuló tierra de todas partes del
mundo para formar sus brazos y piernas.
-
Recogió tierra de la tierra de
Babel para el tronco.
-
Trajo tierra desde Eretz Israel, la más sagrada de las
tierras, para crear la cabeza de Adam que es la parte esencial del cuerpo
humano. Hashem colocó la tierra que
había recogido en Har Hamoria, donde
el mizbeaj sería emplazado en el
futuro, y la mezcló con las aguas de todos los océanos del mundo. Con la
arcilla obtenida modeló la figura del ser humano. Cuando la figura de Adam aún yacía inmóvil
sobre el suelo, Hashem desplegó delante de sus ojos la visión de su futura
descendencia. Adam visualizó a Noaj y a todos los tzadikim del futuro,
visualizó a Abraham y luego a los guerim, a Itzjak y a todos aquellos que
ofrecerían sacrificios, a Iaakov y a todos los futuros talmidei jajamim, a Moshe y a toda la gente humilde, a Aharon y a
todos los kohanim, a David y a todos
los futuros reyes. - "¿Has
visto?" - dijo Hashem. - "Todos estos tzadikim serán tu
descendencia." Adam estaba satisfecho.
Hashem le mostró a
Adam esta visión para inculcarle una toma de conciencia de que si pecaba, no
solo se perjudicaría a sí mismo, sino a todos sus futuros descendientes
también. En efecto, cuando Adam pecó más tarde, cambió el destino de la
posteridad.
¿Por qué Hashem le
presentó esta visión a Adam antes de traerlo a la vida? La respuesta es que,
antes de darle vida, Adam podía visualizar mucho más de lo que lo haría después
de tomar posesión de un cuerpo terrenal.
Antes de darle vida
a Adam, Hashem preguntó - "¿Puedo darle vida desde su boca? No puedo hacer
eso, porque la emplea para difamar. Podría soplar su alma en su cuerpo a través
de sus ojos. No, porque parpadea con ellos con fines nocivos. Tampoco sus oídos
son buenos conductores porque le permiten escuchar blasfemias. Buscaré una apertura
más adecuada - sus fosas nasales. Así como las fosas nasales expulsan el aire
contaminado, así los tzadikim se despojan del pecado maloliente y se aferran al
dulce aroma de la Torá".
Cuando se trata el tema de la Creación de Adam, la Torá escribe la palabra
"y El creó" "con una doble Iud (Bereshit2:7), en contraste con
la creación de los animales donde solo se escribe con una sola Iud. La Torá así
indica que la creación de Adam no fue meramente física, sino que Hashem lo creó
con un doble propósito.
-
Aunque su cuerpo fue producto del
polvo, poseía un alma eterna.
-
Fue creado con la capacidad para
vivir en dos mundos, en este mundo y en el olam
haba.
-
A Adam se le confirieron
inclinaciones diametralmente opuestas, una lo induce a hacer el bien y a ser noble
y la otra hacia el mal.
-
Aún la creación física de Adam fue
doble, hombre y mujer en un solo cuerpo. Por delante era un hombre, pero unido
a él por detrás había una mujer.
Adam fue una obra
de Hashem y por lo tanto físicamente perfecta. Llegó al mundo con la
circuncisión ya hecha. Antes de pecar era tan alto que llegaba al Cielo y
llenaba el mundo. Irradiaba tanta belleza que aún después de su muerte la parte
inferior de su cuerpo oscureció al sol. Su cara brillaba, su fortaleza era
inmensa.
Tan pronto como fue creado, los ángeles, sobrecogidos por su grandeza y
santidad se aposternaron ante él y quisieron cantarle sus alabanzas. Fue solo
cuando Hashem lo hizo dormir que se dieron cuenta de su error. Era solo
humano. Hashem lo colocaría en el lugar
más preciado de la tierra, el Gan Eden,
pero Adam se rehusaba a entrar. Adam era
consciente que quien viviera en el Gan
Eden debía servir a Hashem en nivel superior. Temía no poder cumplir con el
alto nivel de exigencia necesaria. Llevó
tiempo convencer a Adam para que fuera colocado en el Gan Eden.
* * * *
La Creación de Java
Adam había sido
puesto en el mundo, pero la creación de la humanidad no estaba totalmente
terminada. Hashem dijo - "No es bueno que el hombre esté solo, haré para
él una ayuda, frente a él".(2:18)
¿Por qué describe la Torá a la mujer como una ayuda "frente a
él"? Este término significa que si él lo merece, ella será una ayuda, pero
si no, será su oponente. Una mujer
colaboradora es aquella que alienta a su marido para que estudie Torá todo lo
que pueda.
R. Janania bar Jajinai decidió dejar a su esposa y
familia para estudiar Torá en una Ieshiva lejana. Antes de partir, participó de
los sheva brajot de R. Shimon bar Iojai. - "Espera hasta que concluyan los
sheva brajot y luego yo te acompañaré" - le suplicó el novio, R. Shimon
bar Iojai. - "No puedo esperar" - contestó R. Janania. Se fue y se
ausentó de su hogar por doce años enteros. Cuando regresó, no reconoció las
calles de su pueblo porque los viejos barrios habían sido demolidos y se habían
construido nuevas casas, de manera que no encontró el camino a su propia casa.
Sentado al borde del río, notó la presencia de dos niñas que se le acercaban.
Una de ellas le dijo a su amiga - "llena tu balde, hija de Jajinai".
Cuando escuchó el nombre de su hija, se levantó y la siguió y así llegó a su
casa. Cuando entró su mujer estaba sentada junto a la mesa cerniendo harina.
Cuando elevó su vista y vio a su marido se desmayó de la emoción y su alma
partió. "Amo del Universo" - rezó R. Janania - "¿es ésta su
recompensa por haberme esperado todos estos años?"
Hashem hizo un milagro, y ella volvió a la vida.
R. Jama bar Bisa también dejó su pueblo para estudiar
Torá durante doce años. Cuando regresó, dijo - "No entraré a mi casa de
golpe como hizo R. Janania bar Jajinai, primero advertiré a mi familia de mi
llegada". Cuando llegó se sentó en el Beit Hamidrash en lugar de dirigirse
hacia su hogar. Su hijo Ushia entró, pero R. Jama no lo reconoció. Se sentó
frente a R. Jama y comenzaron a debatir temas de Torá. R. Jama estaba
impresionado por el nivel de conocimientos del joven y al mismo tiempo se
lamentaba. "Si yo hubiera permanecido en mi hogar - pensó - hubiera
instruido a mi hijo para que fuera un talmid jajam como éste."
Envió un mensaje a su esposa que había llegado y fue a su casa. Poco después,
el mismo joven que había estado frente a él en el Beit Hamidrash entró.
-
"Debe haber venido a preguntarme algo más" - pensó R. Jama y
se levantó en señal de respeto por los conocimientos de Torá del joven.
-
"¿Desde cuando un padre se levanta por su hijo?" - preguntó
su esposa. Abrumado cuando se dió cuenta
que se trataba de su hijo, R. Jama le dijo el pasuk (Kohelet 4:12) - "Una
cuerda triple no es fácil de romper". Dijo - "Mi padre R. Bisa fue un
talmid jajam, yo soy un talmid jajam y mi hijo Ushia es la tercera generación
de talmidei jajamim". El dedujo que después de tres generaciones de
talmidei jajamim, el estudio de la Torá permanecería en la familia por las
siguientes generaciones.
Por otra parte, la
esposa de R. Iose Haglili se le opuso, tal como lo ilustra esta historia: R. Iose Haglili se casó con su sobrina. (Como
era de la familia, no se informó lo suficiente respecto de su carácter.) Ella solía humillarlo delante de sus alumnos.
Entonces le aconsejaron a R. Iose - "Divórciate. No es adecuado para ti
tener una esposa así".
-
" ¿Cómo lo haré?" - contestó. - "Su contrato matrimonial
fija una enorme suma de dinero si se divorcia. No puedo pagar dicha suma".
Una vez R. Iose estaba estudiando con R. Elazar ben
Azaria. Cuando terminaron, R. Iose le dijo a R. Elazar - "Rabi, por favor
venga a mi casa a comer". (Como ambos eran lideres de su generación en el
estudio de la Torá, se hacían honores dirigiéndose uno al otro como "Rabi").
Cuando ingresaron a la casa, la esposa de R. Iose desvió la mirada enojada y se
fue. R. Iose vio una cacerola sobre la mesada, así que corrió tras ella y le
preguntó - "Por favor, dime solamente, ¿has dejado algo de comida en esa
cacerola?"
-
"Sí" - contestó - "contiene pollo". R. Iose debió
servir la comida él mismo. No encontró pollo en la cacerola, sino un postre.
-
"Rabi" - comentó R.
Elazar - "¿Qué pasó? ¿Acaso su esposa no dijo que había pollo?" R.
Iose, avergonzado que su esposa haya mentido, bromeó - "Quizás milagrosamente
se convirtió en postre". R. Elazar estuvo silencioso durante la comida.
Cuando terminaron dijo - "Deja que se vaya esa mujer. La forma en que
actúa no condice con tu honor".
-
"No poseo la suma de dinero
que se le prometió en el contrato de matrimonio" - contestó R. Iose.
Cuando R. Elazar, quien era rico, escuchó esto, le brindó a R. Iose la suma
necesaria. R. Iose luego se casó con una esposa mejor que la primera. Su ex-
esposa también volvió a casarse pero su nuevo matrimonio fue desgraciado por
sus pecados. Su nuevo marido era el sereno de la ciudad quien, muy pronto quedó
ciego. Ella lo guiaba de la mano y salían a mendigar por las calles de la
ciudad. Cuando se acercaban a la zona donde vivía R. Iose, la esposa se volvía.
Su esposo, que conocía las calles le preguntó - "¿Por qué no me conduces a
la casa de R. Iose? Escuché que da caridad con mano abierta".
-
"Yo fui su esposa y no puedo enfrentarlo" - contestó. Un día,
cuando se acercaban a la sección de R. Iose, el marido discutió con su mujer
por que no la guiaba a su casa. Ella le contestó y surgió una disputa.
Permanecieron discutiendo de esa forma en la calle. R. Iose los escuchó y salió
a preguntar - ¿Qué ocurre?"
-
"Esta esposa mía me priva del potencial ingreso diario en la
calle" - se quejó el hombre ciego. R. Iose reconoció a su ex-esposa quien
vivía en la pobreza y humillación. Le entregó a la pareja una de sus casas para
que vivan en ella y se hizo cargo de su manutención por el resto de sus vidas.
Así cumplió con la mitzva de: "No te ocultarás de tu propia carne"
(Ieshaiahu 58:7).
Antes que Hashem
creara a Java, congregó a todos los animales frente a Adam para que se diera
cuenta que ninguno era adecuado para ser su pareja. Hashem pidió a Adam que pusiera un nombre a
cada animal para demostrar su inteligencia a los ángeles. Antes de la creación
del hombre, los ángeles le preguntaron a Hashem - "¿Qué tipo de criatura
será?" Hashem respondió - "Su inteligencia superará la vuestra".
Para probar esto, Hashem llevó a todos los animales ante los ángeles, para que
nombraran a cada uno. Sin embargo, los ángeles no pudieron hacerlo. Luego
Hashem trajo los animales ante Adam y le pidió que buscara un nombre adecuado
para cada uno. Los ángeles presenciaron y fueron testigos cuando Adam los
nombró a todos correctamente, primero en lashon
hakodesh (hebreo) y luego en los otros setenta idiomas que conocía
intuitivamente.
- "Este se llamará jamor (asno).
Este es un sus (caballo). Este es un gamal (camello)". Cada nombre seleccionado por Adam reflejaba
las características particulares de ese animal y por lo tanto quedó para
siempre. Hashem luego le preguntó a Adam
- "¿Cuál va a ser tu nombre?"
-
El contestó - "Me deberían
llamar Adam / habitante de la tierra,
pues fui creado de la adama / tierra.
-
"¿Y cuál es Mi Nombre?"-
preguntó Hashem.
-
"A- d- o- n- a- i/Amo"-
contestó Adam -porque Tú eres el Amo sobre todas Tus criaturas". Cuando Hashem trajo los animales ante Adam,
éste notó que todas eran parejas.
-
"Todas tienen una pareja
excepto yo" - se quejó Adam. Al escuchar
Hashem que él también buscaba una pareja, lo durmió y le proporcionó a
Java. ¿Por qué Hashem esperó a que Adam
le solicitara una esposa, en lugar de crear a Java al mismo tiempo que a Adam?
El sabía que Adam eventualmente se quejaría de Java, a pesar de haberla
solicitado. ¡Cuánto más se hubiera quejado si hubiese sido creada sin que él la
solicitara! Mientras Adam dormía, Hashem
separó el cuerpo femenino que estaba unido a su espalda y reemplazó la parte
faltante con carne. Luego Hashem la dotó
de vida como un ser independiente.
-
¿Por qué Hashem
creó originariamente a Adam como un solo ser con su esposa? Al crear
originariamente al hombre y a la mujer como una sola entidad, Hashem invistió
la naturaleza del hombre con capacidad para cumplir con el precepto de la Torá
(2:24), - "Y será apegado a su esposa" - es decir, solamente a su
esposa y no a otra mujer.
-
"¡Vuestro D-s es un ladrón!" - el
Emperador acusó a R. Gamliel. -
"Durmió a Adam y luego le robó una parte de su cuerpo". La hija de R. Gamliel estaba presente durante
la disputa.- "Déjame responder" - dijo. Volviéndose hacia el
Emperador ella relató - "Ayer hubo un robo en la casa de mi padre. Los
ladrones se llevaron todas nuestras copas de plata y en lugar de ellas nos
dejaron unas de oro. ¡Exijo que se haga justicia ante la Corte!"
-
"¿Por qué?" - preguntó el Emperador. - "Yo deseo que
semejantes ladrones entren en mi palacio todos los días."
-
"Preste atención a vuestras palabras" - dijo la hija de R.
Gamliel - "¿Acaso no es éste caso similar al de Adam, a quien se le quitó
una parte de su cuerpo y a cambio recibió una esposa?"
-
"Si Hashem no fuera un ladrón"- insistió el Emperador-
"hubiera separado el costado de Adam en su presencia y sin
adormecerlo"
-
"Traedme un pedazo de carne" - ordenó la hija de R. Gamliel.
Ella lo recibió y lo sostuvo sobre el fuego para dorarlo mientras el Emperador
observaba. - "Ahora esta lista para que se la coma" - le dijo después
de un rato al Emperador.
-
"Cómalo."
-
"No puedo comer esta carne"- contestó el Emperador asqueado.
-"La vi cruda y llena de sangre."
-
"Aquí está su respuesta"- dijo la hija de R. Gamliel.
-"Si Adam hubiera visto como Java fue creada, la hubiera
despreciado."
Hashem, con Su gran
sabiduría, formó el cuerpo de Java diferente del de Adam y la dotó de la
maravillosa capacidad de traer hijos al mundo.
* * * *
La Tentación de Probar del Arbol del Conocimiento y el
Pecado
Todas las
narraciones de la Torá fueron relatadas para que las estudiemos, y aprendamos
de ellas. ¿Por qué nos relata la Torá
acerca del pecado de Adam? El propósito de la narración es que tomemos
conciencia de los peligros espirituales que debemos evitar y que mejoremos
nuestra forma de vida.
Los ángeles en el Cielo exclamaron - "Ideemos un plan para que Adam peque
ante su Creador". Samael era el
gran maestro entre los ángeles. Bajó a la tierra para encontrar la criatura
adecuada con el objeto de tentar a Adam y Java para que los hiciera transgredir
el precepto de Hashem. No encontró a ninguno más astuto que a la serpiente.
Originariamente, Hashem propuso que la serpiente fuera superior al resto de los
animales y fuera como un sirviente para la humanidad. Con éste propósito, la
dotó de dos características: la habilidad de hablar y de caminar erguido.
Samael eligió a la serpiente para éste propósito. Descendió a la tierra y montó
sobre la espalda de la serpiente como si fuera sobre un camello e impregnó a la
serpiente de su espíritu. A partir de ese momento todo lo que dijera la
serpiente estaba inspirado en Samael.
Antes de pecar, los malos impulsos no integraban la personalidad de Adam
y Java; su personalidad era pura y buena. En ese momento la serpiente/Samael se
les acercó con la propuesta de probar del Arbol del Conocimiento - para
inculcarles el conocimiento del mal.
La serpiente razonó -"Cualquier intento de seducir a Adam seguramente
fallará. Me acercaré primero a la mujer porque ella escucha y es más fácil de
persuadir". La serpiente esperó el
momento en que Adam estuviera dormido y entabló una conversación con Java
preguntándole - "¿Hashem te ordenó no comer de ningún árbol frutal del
jardín? Si no puedes comer de ellos, ¿para qué fueron creados?" - "Podemos comer el fruto de todos los
árboles" - contestó la mujer - "excepto del árbol en medio del
jardín. No sólo no debemos comer sus frutos, tampoco siquiera podemos tocarlo,
pues si lo hacemos, moriremos".
La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino que Adam se había
impuesto esta prohibición como una seguridad adicional por la cual evitarían
cualquier contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho con esta
idea que olvidó mencionarle a Java que era solamente una precaución auto-
impuesta a fin de salvaguardar la ley de Hashem. El Ieitzer hara encontró la oportunidad que
estaba buscando en el leve rasgo egoísta desplegado por Adam.
La serpiente
astutamente exclamó -"¿Conoces la verdadera razón por la cual Hashem te
prohibió probar de ese árbol? Todo artesano detesta a sus competidores. Hashem
Mismo comió de él mismo y creó el universo. Ahora esta tratando de advertirles
que se aparten de él para que no se asemejen a El y creen otros mundos
también".
La serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol. -"Ves"- le dijo -
"no has muerto al tocar el árbol. Tampoco morirás cuando comas su fruto.
La razón por la cual El te prohibió comer de sus frutos era para que no
obtengas el conocimiento del bien y del mal que El posee".
El árbol yacía frente a Java, tentador por su belleza y ofreciendo la promesa
de descubrir el mundo nuevo y desconocido del conocimiento. Java fue persuadida por el razonamiento de la
serpiente. Sucumbió ante la tremenda tentación. Tomó de su fruto y comió. Es interesante notar que la Tora no
especifica el nombre del Arbol Prohibido. ¿Por qué Hashem no revela su
identidad? Su deseo era eximir a la especie del árbol de ser acusada de traer
la muerte al mundo. Sin embargo, algunos
jajamim opinaron respecto de cuál árbol frutal realmente fue:
1.
Era la vid. (Ninguna otra fruta
causa tanta miseria y angustias como el vino; por lo tanto, debió haber sido
este fruto el que trajo la muerte a la humanidad).
2.
Fue el trigo, que en aquellos
tiempos crecía en árboles. (El trigo representa el conocimiento porque, por
ejemplo, un niño únicamente desarrolla la capacidad de llamar a su padre y a su
madre por sus nombres a la edad en que comienza a comer productos hechos con
harina. Por lo tanto, el "Arbol del Conocimiento" debía ser el
trigo).
3.
Fue la higuera (pues Adam y Java
se ataviaron con hojas de higuera. Corrigieron su error con las hojas del árbol
con el que habían pecado.)
4.
Fue un árbol de etrog. (Esta
perspectiva se basa en el pasuk (3:6) "Y vio la mujer que era agradable el
árbol para comer". Aparentemente, no sólo la fruta sino la madera del
árbol también tenía un rico sabor. Esto ocurre únicamente en el árbol del
etrog). Tan pronto como Java comió del
fruto, tuvo una visión del Angel de la Muerte que se le acercaba. Ella exclamó
- "Parece que estoy condenada a morir y Hashem creará una nueva esposa
para Adam. Déjame ofrecerle un poco del fruto también. Si morimos, moriremos
ambos. Si vivimos, viviremos ambos. Ella le ofreció a Adam del fruto y él
comió.
¿Cómo es posible que Adam haya aceptado el fruto del Arbol del Conocimiento que
Hashem había prohibido? El Midrash nos
da tres respuestas:
1.
No era consciente de la
identificación del fruto, pues Java se lo ofreció en forma de jugo que había
exprimido del mismo. (Esto en concordancia con la versión de que era una vid.
Java le ofreció a Adam jugo de uva).
Entonces, parece extraño que Adam fuera consecuentemente castigado. ¿Por
qué era culpable de haber comido el fruto prohibido? La respuesta es que era
obligación de Adam determinar el origen de cualquier fruto que ingiriera. Para
él, era solamente "kasher" si no derivaba del etz hada'at. Era culpable de consumirlo sin cerciorarse si
pertenecía a una especie permitida.
2.
Java prevaleció con su argumento.
Le dijo a Adam - "Por haber comido del etz
hada'at, Yo moriré. Si piensas que se te otorgará una nueva Java, estás
equivocado. Después de los Seis Días de la Creación, nada nuevo será jamás
creado bajo el sol. Si, por otra parte, tú crees que después de mi muerte
quedarás soltero, también estás equivocado porque el mundo fue creado para ser
poblado. Es mejor que ambos nos quedemos juntos y compartamos un destino en
común". Adam la escuchó y más tarde tuvo que compartir la responsabilidad.
3.
Java gritó hasta que Adam
finalmente le hizo caso. Java alimentó a
todas las bestias y aves con el fruto prohibido por lo cual también se
convirtieron en mortales. Después de
pecar, Adam y Java tomaron conciencia de una transformación en su carácter. El
ietzer hara penetró en sus corazones, el deseo por el mal formó parte de su
personalidad. Se dieron cuenta que habían despojado al mundo de una enorme
cantidad de bondad para las generaciones futuras. De repente se sintieron
despojados y desnudos, tanto espiritual como físicamente - espiritualmente
porque se habían apartado de una mitzva
decisiva que debió ser su misión en la vida, y físicamente porque la capa de
escamas que cubría su cuerpo cayó y las Nubes de Gloria que los cobijaban,
partieron, dejando sus cuerpos expuestos.
La lección que se
desprende de la narración del error cometido por Adam concierne a todas las
generaciones. Cada persona se siente atraída por la tentación de lo
desconocido. Enfrentados ante la atracción de un nuevo libro, una novedosa
información o una impresión sensorial desconocida, tendemos a razonar que
ampliará nuestros horizontes y enriquecerá nuestras personalidades, por lo
tanto, debe ser buena. El hecho que el libro introduce elementos extraños a la
Torá, la información nueva contiene apikorsut,
el show misterioso obscenidades es apartado en la creencia que rechazaremos
firmemente su influencia corruptiva. Ese
es el error cometido por Adam y reiterado a nuestro nivel. Los efectos secundarios del fruto del
conocimiento del bien y del mal fueron la partida de la shejina y la expulsión del Gan
Eden.
La Torá dice -Yo he servido como el instrumento arquitectónico en la construcción del mundo.-
El emperador Adriano preguntó a R. Iehoshua -¿El mundo tiene un amo?-
Un apikoros le preguntó una vez a R. Akiva- ¿Quién creó al mundo?
El primer día Hashem creó la materia prima a partir de la cual construiría todo en el mundo. Por lo tanto, desde el primer día, el sol, la luna, el zodíaco, los árboles, el pasto, el Gan Eden y el Guehinam, todos existieron como una materia pura sin forma. Los días posteriores de la Creación, Hashem formó y moldeó la materia que compondría cada entidad hasta conformar el objeto tal como lo conocemos.
Cuando se trata el tema de la Creación de Adam, la Torá escribe la palabra "y El creó" "con una doble Iud (Bereshit2:7), en contraste con la creación de los animales donde solo se escribe con una sola Iud. La Torá así indica que la creación de Adam no fue meramente física, sino que Hashem lo creó con un doble propósito.
Tan pronto como fue creado, los ángeles, sobrecogidos por su grandeza y santidad se aposternaron ante él y quisieron cantarle sus alabanzas. Fue solo cuando Hashem lo hizo dormir que se dieron cuenta de su error. Era solo humano. Hashem lo colocaría en el lugar más preciado de la tierra, el Gan Eden, pero Adam se rehusaba a entrar. Adam era consciente que quien viviera en el Gan Eden debía servir a Hashem en nivel superior. Temía no poder cumplir con el alto nivel de exigencia necesaria. Llevó tiempo convencer a Adam para que fuera colocado en el Gan Eden.
Hashem hizo un milagro, y ella volvió a la vida.
Envió un mensaje a su esposa que había llegado y fue a su casa. Poco después, el mismo joven que había estado frente a él en el Beit Hamidrash entró.
- "Este se llamará jamor (asno). Este es un sus (caballo). Este es un gamal (camello)". Cada nombre seleccionado por Adam reflejaba las características particulares de ese animal y por lo tanto quedó para siempre. Hashem luego le preguntó a Adam - "¿Cuál va a ser tu nombre?"
Los ángeles en el Cielo exclamaron - "Ideemos un plan para que Adam peque ante su Creador". Samael era el gran maestro entre los ángeles. Bajó a la tierra para encontrar la criatura adecuada con el objeto de tentar a Adam y Java para que los hiciera transgredir el precepto de Hashem. No encontró a ninguno más astuto que a la serpiente. Originariamente, Hashem propuso que la serpiente fuera superior al resto de los animales y fuera como un sirviente para la humanidad. Con éste propósito, la dotó de dos características: la habilidad de hablar y de caminar erguido.
Samael eligió a la serpiente para éste propósito. Descendió a la tierra y montó sobre la espalda de la serpiente como si fuera sobre un camello e impregnó a la serpiente de su espíritu. A partir de ese momento todo lo que dijera la serpiente estaba inspirado en Samael. Antes de pecar, los malos impulsos no integraban la personalidad de Adam y Java; su personalidad era pura y buena. En ese momento la serpiente/Samael se les acercó con la propuesta de probar del Arbol del Conocimiento - para inculcarles el conocimiento del mal.
La serpiente razonó -"Cualquier intento de seducir a Adam seguramente fallará. Me acercaré primero a la mujer porque ella escucha y es más fácil de persuadir". La serpiente esperó el momento en que Adam estuviera dormido y entabló una conversación con Java preguntándole - "¿Hashem te ordenó no comer de ningún árbol frutal del jardín? Si no puedes comer de ellos, ¿para qué fueron creados?" - "Podemos comer el fruto de todos los árboles" - contestó la mujer - "excepto del árbol en medio del jardín. No sólo no debemos comer sus frutos, tampoco siquiera podemos tocarlo, pues si lo hacemos, moriremos".
La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino que Adam se había impuesto esta prohibición como una seguridad adicional por la cual evitarían cualquier contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho con esta idea que olvidó mencionarle a Java que era solamente una precaución auto- impuesta a fin de salvaguardar la ley de Hashem. El Ieitzer hara encontró la oportunidad que estaba buscando en el leve rasgo egoísta desplegado por Adam.
La serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol. -"Ves"- le dijo - "no has muerto al tocar el árbol. Tampoco morirás cuando comas su fruto. La razón por la cual El te prohibió comer de sus frutos era para que no obtengas el conocimiento del bien y del mal que El posee".
El árbol yacía frente a Java, tentador por su belleza y ofreciendo la promesa de descubrir el mundo nuevo y desconocido del conocimiento. Java fue persuadida por el razonamiento de la serpiente. Sucumbió ante la tremenda tentación. Tomó de su fruto y comió. Es interesante notar que la Tora no especifica el nombre del Arbol Prohibido. ¿Por qué Hashem no revela su identidad? Su deseo era eximir a la especie del árbol de ser acusada de traer la muerte al mundo. Sin embargo, algunos jajamim opinaron respecto de cuál árbol frutal realmente fue:
¿Cómo es posible que Adam haya aceptado el fruto del Arbol del Conocimiento que Hashem había prohibido? El Midrash nos da tres respuestas:
Shabat Bereshit
Primer comentario: "Y seréis como D-s"
"Porque D"s sabe que en el día que comáis de el
se os abrirán los ojos y seréis como D"s, conocedores del bien y del
mal" (Genesis III - 5)
Desde el mismo
comienzo de la creación del hombre, cuando apenas comenzaba a gozar de su
condición de tal en un mundo ideal -el Eden- fue tentado con el poder: -y seréis como D"s-
El hombre, en lo
mas profundo de su ser, teme serlo, porque ser hombre significa de acuerdo a su
razonamiento erróneo: -dependencia- El hombre anhela en todos los campos de la
vida: -independencia-. Valerse por si mismo, por cuanto ello le produce una
sensación de bienestar, seguridad, valorización y libertad. Hasta tal grado
llega su anhelo de independencia
que también quiere independizarse de D"s, fuente inagotable de bienestar,
seguridad, valorización y libertad.
Como consecuencia
de ese profundo temor, el hombre no confía en nadie, teme entregarse, por
cuanto asocia hombre con vulnerabilidad. Y esta en lo cierto: el hombre es
vulnerable en todas sus esferas, tanto físicas como psíquicas. Mas olvida que
no será el poder el que le habrá de otorgar la seguridad tan ansiada, ni en lo
físico y menos aun en lo anímico. Porque
nunca será un D"s con mayúscula, apenas será un dios con minúscula,
tampoco eso será, luego no será ni un dios ni un hombre. Entonces, ¿qué será?
-Nada-. Y no hay nada peor que el no ser. Es la anulación total, que es todavía
peor que la muerte. El versículo lo confirma:
"Y se abrieron los ojos de
ambos y supieron que estaban desnudos". Génesis III – 7
Adan y Eva
esperaban que cuando se les abrieren sus ojos serian poderosos. Serian los amos
del bien y del mal, libres de toda imposición. Gozarían de una independencia
total, harían su plena voluntad. Mas no fue así; cuando se les abrieron sus
ojos, supieron que estaban desnudos, desprotegidos de D"s, expuestos y
vulnerables a todos los peligros y accidentes.
Y llamo el Eterno D"s al hombre, y le dijo:
"-¿Donde estas? Y respondió: 'Tu voz oí en el jardín, y temí, porque estoy
desnudo, y me escondí' " (Génesis III - 9/10)
A la pregunta de
D"s al hombre: - ¿Donde estas? El
hombre no estaba. Se había escondido. Tenía temor de su desnudez y
vergüenza de su condición humana, porque no era ni un dios ni un hombre. ¿Que era? Un gusano expuesto a ser aplastado
por todos: la desilusion total. Ahora comprendió la advertencia Divina en toda
su extensión y elocuencia: - Y del árbol
del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque en el día que comieres
de el, morir habrás de morir" (Génesis II - 17).
Mas ya era tarde.
El hombre entro en un círculo vicioso. Como no soporta la angustia del temor,
busca ansiosamente la seguridad que le otorga el poder. Pero como ello no es más
que una ilusión, su efecto es pasajero y la necesidad de poder va en aumento. A
mayor poder, mayor caída, y a mayor caída mayor poder.
Del Eden el hombre
fue expulsado y anda errando por el mundo, buscando afanosamente el poder. El
narcótico que ha causado el mayor numero de víctimas en el mundo, ante el cual
las más potentes drogas palidecen, no son mas que simples e inofensivos
brebajes.
El mundo ha puesto
al servicio de ese temible narcótico las mentes mas prominentes. El hombre ya
no se conforma con ser un dios de la espada. Ahora quiere ser un dios atómico.
Mañana ¿que? De persistir el hombre por ese camino, al mundo le espera la
hecatombe total. Conocerá el bien mas se inclinara por el mal. El poder es
excluyente: divide a los hombres, separa a los hermanos. Transforma al hombre
en un verdadero monstruo, en una bestia insaciable de gloria y poder.
¿Que propone la
Tora? No esconderse, vivir la realidad, ser lo que debemos ser y lo que
realmente somos: -hombres-. No debemos temer y menos aun tener vergüenza de ser
humanos. No necesitamos fincar nuestra protección en el poder y en la fuerza.
D"s nos protegerá. El objetivo del hombre debe ser extender sus manos
hacia el Árbol de la Vida y comer de sus deliciosos y exquisitos frutos, y
vivirá feliz, sin temores ni angustias y orgulloso de su humanidad.
La Tora es el único
camino que ha de conducir al hombre de regreso al Eden. Es el prodigioso Árbol
de la Vida, cuyos fabulosos frutos contienen la savia de la vida eterna. El rey
sabio Salomon lo confirma cuando dice: “Es
(la Tora) el Arbol de la Vida, para los que se aferren a ella." (Proverbios
III - 18).
Aferrémonos a la
Tora, comamos de sus deliciosos frutos y retornemos al Eden. No existe peligro
alguno de extraviarse: el camino del retorno esta perfectamente señalado; la
dicha y la felicidad nos esperan allí. No seremos dioses, pero tampoco seremos
gusanos. Seremos hombres, cuyo objetivo es conocer a D"s. La ciencia del
futuro será: Conocer al que dijo y el mundo se hizo. Y lo conoceremos como lo afirma el profeta: “...porque la tierra se llenara con el
conocimiento del Eterno, como las aguas al mar cubren" (Isaias XI -
9). Extraído del libro "Netivot Olam II" ("Sendas Eternas
II"), del Rabino Samuel A. Miskin, México.
que también quiere independizarse de D"s, fuente inagotable de bienestar, seguridad, valorización y libertad.
nunca será un D"s con mayúscula, apenas será un dios con minúscula, tampoco eso será, luego no será ni un dios ni un hombre. Entonces, ¿qué será? -Nada-. Y no hay nada peor que el no ser. Es la anulación total, que es todavía peor que la muerte. El versículo lo confirma: "Y se abrieron los ojos de ambos y supieron que estaban desnudos". Génesis III – 7
vergüenza de su condición humana, porque no era ni un dios ni un hombre. ¿Que era? Un gusano expuesto a ser aplastado por todos: la desilusion total. Ahora comprendió la advertencia Divina en toda su extensión y elocuencia: - Y del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque en el día que comieres de el, morir habrás de morir" (Génesis II - 17).
Segundo comentario: "El objetivo del descenso, un ascenso mayor"
El Talmud relata
que el pecado del comer del Etz Hadaat
(árbol de la Vida), y la posterior expulsión del primer hombre del Gan Eden, sucedió el mismo día de su
creación es decir, el sexto día del Bereshit (Génesis). Pero esto despierta un interrogante: Al
finalizar toda la creación de ése día la Torá expresa; "Y vio Di-s todo lo
que había hecho, y he aquí que
era muy bueno", ¿acaso también el pecado y su castigo están incluidos en
el 'muy bueno'?. Si observamos la explicación del Midrash sobre "muy
bueno" la pregunta se hace más fuerte. "Bueno" se refiere al
instinto del bien, y "muy" al instinto del mal. ¿Como se entiende
esto?.
El objetivo del mal
Lo expuesto nos
permite comprender la intención intrínseca de Di-s al crear el mal. La misma
víbora que sedujo al pecado a Adam, y el instinto son Sus creaciones. Siendo el
Creador la Esencia del Bien, debemos reconocer que el mal debe contener algún
bien oculto. Este bien interior es la posibilidad de la Teshuvá. Si no existiese el mal, tampoco habría Teshuvá (retorno), el arrepentimiento y
la superación del hombre por sobre sus faltas e instintos, que viene luego de
que la persona ha pecado. El servicio a Di-s del penitente es tan fuerte por la
sed de espiritualidad Divina, producto del anterior alejamiento que logra
"transformar los pecados premeditados en méritos".
La ventaja de la luz
Éste es el
significado del "muy bueno" que se enuncia en el sexto día de la
Creación. Lo creado anteriormente simboliza el bien absoluto y lo perfecto
sobre lo que se expresa: "Y vio Di-s que era bueno". Pero sobre la
creación del hombre con un instinto del mal esta dicho "muy bueno", ya
que por medio de este desafío es posible alcanzar una mayor elevación
espiritual. El pecado en sí es mal absoluto, ya que es contrario a la Voluntad
Divina, pero cuando el hombre se arrepiente del mal cometido y retorna a Di-s y
Su Torá, le es posible alcanzar una altura superior a la de los tzadikim (justos), ya que la luz que se
genera a partir de la oscuridad, es más potente que la luz que ilumina donde
nunca la hubo.
Es posible apelar
Aquí encontramos la
respuesta para el ser humano, que puede lamentarse diciendo que nada puede
reclamársele ya que desde un principio ha sido creado con un instinto que lo
lleva hacia el pecado. A él le dice el relato de esta Parshá: "¡Todo lo contrario! Todo el motivo por el cual fue
creado el instinto del mal es para alcanzar una perfección superior, en el
servicio a Di-s por medio de la Teshuvá". Así llegamos al "muy
bueno", que es el refinamiento completo con la llegada del Mashíaj pronto en nuestros días!.
SEFER HASIJOT 5749, TOMO 1, PAG 23.
era muy bueno", ¿acaso también el pecado y su castigo están incluidos en el 'muy bueno'?. Si observamos la explicación del Midrash sobre "muy bueno" la pregunta se hace más fuerte. "Bueno" se refiere al instinto del bien, y "muy" al instinto del mal. ¿Como se entiende esto?.
espiritual. El pecado en sí es mal absoluto, ya que es contrario a la Voluntad Divina, pero cuando el hombre se arrepiente del mal cometido y retorna a Di-s y Su Torá, le es posible alcanzar una altura superior a la de los tzadikim (justos), ya que la luz que se genera a partir de la oscuridad, es más potente que la luz que ilumina donde nunca la hubo.
SEFER HASIJOT 5749, TOMO 1, PAG 23.
Tercer comentario: ¿Quién, Yo?, Culpable?
"Y Di-s dijo a Cain: 'Donde esta Abel, tu hermano?'.
Y dijo el: 'No se. Acaso soy yo el guardián de mi hermano?". (Bereshit 4:9) Cual era el
propósito de este dialogo entre Hashem y Cain? Cain ciertamente sabia que
Hashem todo lo conoce y que aun lo oculto es revelado ante El!
Rab Simja Bunim de
Pzysja explica que esta confrontación sirvió para clarificar a quien se debía
culpar por la muerte de Abel. Cuando interrogo a Cain por el paradero de su
hermano, Hashem dejo inferir que Cain era responsable por aquel, y que el optar
por el bien o por el mal estaba dentro de su libre elección. Cain ciertamente
debía saber que era merecedor de un castigo, que era culpable. Cain había tenido la impresión de que como
había matado a Abel, existía seguramente un decreto divino que determinaba ese
destino para su hermano, siendo el, Cain, solo un instrumento para llevarlo a
cabo. Con su contestación: "acaso soy yo el guardián de mi hermano?",
implicaba que Hashem es El Guardián del Mundo y que, como lo sucedido figuraba
en Su plan, el no resultaba culpable de nada.
Sabemos, por
supuesto, que esta tendencia de pensamiento es totalmente ilógica. Tenemos
libre albedrío; plena libertad para elegir entre el bien y el mal. Por lo tanto
somos los únicos responsables de nuestros actos, sean buenos o malos. La responsabilidad es algo muy difícil de
aceptar para el ser humano. Nuestro mecanismo interno de defensa no nos permite
admitir la responsabilidad por nuestros actos. De hecho, muy frecuentemente,
antes que aceptar nuestra culpa procedemos a endosársela a otros: compañeros de
trabajo, nuestro cónyuge, nuestros hijos, etc.
Por que es tan
difícil aceptar la culpa? Quizás porque nos gusta pensar que somos perfectos y
no nos podemos imaginar que realmente pudimos haber hecho algo que muestre
nuestra imperfección o nuestros defectos.
Sin embargo, para lograr una rectificación personal debemos adquirir
total conciencia de nuestras transgresiones. En muchas ocasiones, si pudiéramos
aceptar nuestra responsabilidad tendríamos un efecto mucho mas positivo en
nuestro ambiente. Para citar algunos ejemplos: si hemos provocado que otros se
alejen del camino de la Tora, debemos enmendar lo hecho y aceptar sobre
nosotros la responsabilidad de ser en el futuro, mejores ejemplos de conducta.
O el haber dicho una palabra de Lashon
Ha-ra (maledicencia, calumnia), no solo nos hace responsables de una
terrible transgresión, sino que hace caer junto a nosotros a aquellos que
eventualmente nos están escuchando. Y la implicancia es muchísimo mayor cuando
se trata de alguien que es mas respetado y escuchado en la comunidad.
Debemos asimismo
abstenernos de echar la culpa sobre otros. Innumerables veces, en nuestro
intento de salvarnos de una critica o en nuestra búsqueda del culpable de
alguna falta cometida, tendemos a culpar a cualquier inocente que
circunstancialmente pase o se encuentre a nuestro lado, sin ponernos a
reflexionar en el daño que puede provocar nuestra equivocación. Y aun si uno se
encuentra frente al verdadero autor de la falta, se debe hablar con suficiente
cuidado para lograr su rectificación sin herir la susceptibilidad.
(Fuentes:R'
D.Goldwasser)
Cuarto comentario - El jardín del Edén
¿Cómo se imagina
Ud. el Jardín del Edén? - "¿El Jardín del Edén? - pregunta Ud. - ¡Y... no
sé! Nunca lo pensé en serio". Supongo que Ud. jamás ha estado en aquel
hermoso lugar, ni tampoco tiene conocidos que lo hayan visitado y que le puedan
informar al respecto. No le queda entonces otra opción, sino hacer uso de su
imaginación. ¿Se anima a divagar por un rato? ¿Cómo fantasea Ud. un lugar
atractivo? "Y... que tenga, pues, un buen clima, soleado, fresco, con una
brisa agradable y no muy caluroso,
árboles de distintos tonos y flores encantadoras con rico perfume, el mar
tranquilo..." "Un lugar en el que desaparezcan todos los problemas,
que no haya que preocuparse por absolutamente nada (salvo elegir la playa en
donde quiere pasar el día), libre del stress y de la contaminación ambiental de
la ciudad..." Muy lindo - y... ¿a qué hay que dedicarse en ese lugar tan
atractivo? - le vuelvo a consultar. "¡¿Dedicarse?!" - dice Ud. -
"¡¿trabajar?! ¡Cómo trabajar! ¡Si es atractivo, pues no hay que trabajar,
porque si tengo que salir a trabajar, entonces deja de ser atractivo!"
Bien, entonces.
Analicemos juntos el texto de la Torá en el que describe las condiciones de
vida del Jardín del Edén, el lugar al cual D"s invitó a vivir y en dónde
colocó D"s a la primer pareja de seres humanos: A Adam (Adán) y a Javá
(Eva). Posiblemente acertemos en nuestra evaluación del lugar ideal, o quizás
no tanto. (Antes de seguir, debo aclarar que el término "Edén" se
utiliza en la literatura rabínica indistintamente para hablar del sitio físico
terrenal en el cual estuvieron oportunamente Adam y Javá, por un lado,
y, por el otro, del "lugar" espiritual en el cual habitan las almas
justas después de fallecer. En este fascículo, hablaremos únicamente del
primero de ambos).
"Y D"s hizo crecer de la tierra (en el Jardín
del Edén) todo árbol placentero a la vista y beneficioso para comer..." (Bereshit 2:9) Hasta aquí
coincide con su fantasía. Efectivamente, la Torá confirma que esto no es
ficción, y, al menos, los fascinantes y maravillosos árboles indudablemente
existen en el Edén. Sin embargo, sigamos adelante con la
Torá: "Y tomó D"s a Adam... y lo colocó en el Jardín del Edén,
"para trabajarlo y cuidarlo" (Bereshit 2:15).
De este versículo
se entiende claramente que Adam no fue creado dentro del Jardín del Edén, sino
que fue engendrado afuera de él y recién luego, D"s lo indujo a ingresar.
Adam conoció el "mundo de afuera" (en el cual estamos insertos
nosotros), que evidentemente deja lo que desear, en particular si uno lo
compara con la belleza del Jardín del Edén. En otras
palabras, Adam era consciente que el Edén en el cual habitaba era un lugar
privilegiado y que podía llegar a perderlo si no se conducía de acuerdo a lo
que se esperaba de él. Podemos suponer que D"s quiere que la persona
aprecie lo que posee, y en el caso de Adam, le dio la oportunidad de conocer
que las ventajas del Edén, no eran generalizadas.
Asimismo, el
versículo declara rotundamente que el objetivo de la vida del Edén era
"para trabajarlo y cuidarlo". "¿De qué trabajo y de qué cuidado
se habla aquí? Si se tratara de plantar árboles, eso no puede ser, porque ya
los plantó D"s. Tampoco se puede tratar de la necesidad de riego, pues ya
dice "y salía un río del Edén para irrigar el Jardín" (Bereshit
2:10).
¿De qué se trata entonces? El 'trabajo' se refiere a la dedicación al estudio
de la Torá, y 'cuidar' se alude al cumplimiento de la Mitzvot." (Pirkéi d'Rabi Eliezer 12). Aun si el
"trabajo" y el "cuidado" del Jardín fuesen literales
(refiriéndose a arar, sembrar, etc.) como algunas autoridades opinan, la tarea
no deja de ser espiritual, por el solo hecho que el cumplimiento de estas
tareas respondían a la consigna que D"s le había encomendado. De un modo u
otro, la vida en el Edén no era ociosa.
El ocio no tiene lugar en el judaísmo ni en el plan de D"s para la
humanidad en su totalidad. La actitud reacia al trabajo como un "mal
necesario" al que hay que volver todos los días lunes - una postura que
tiene mucha difusión en nuestra sociedad (los "caballeros" medievales
también suponían que trabajar era cosa de esclavos, pero no para gente de su
propia categoría que dedicaba su tiempo a cazar, a los duelos, o simplemente a
no hacer nada) - no coincide en absoluto con la Torá. Así que, (espero no
decepcionarlos demasiado) Adam debía trabajar, pues el trabajo es bueno. No
solo eso, sino que recién luego que Adam trabajara, podría disfrutar de los
placeres del Edén, pues solamente después de este versículo, D"s le dice a
Adam (Bereshit 2:16) "de todo árbol del Jardín has de comer..."
"¡Qué valioso que es el trabajo, pues aun Adam no probó nada antes de
haber trabajado!" dice en Avot d'Rabi Natan, basándose en este hecho.
Rash"í explica
las primeras palabras de este versículo: "y tomó D"s" en el
sentido que 'lo tomó con palabras, persuadiéndolo a ingresar al Jardín del
Edén'. La pregunta obvia es: ¿Para qué necesitaba D"s seducir a Adam para
que entre a un lugar superior? ¿No es obvio que Adam por si solo quisiera
habitar en este jardín tan "exclusivo"? Antes de responder esta
pregunta, debo aclarar que Rash"í aplica la misma explicación en lo demás
lugares en los que la Torá emplea la palabra "tomar" con respecto a
una persona. En todos los casos, uno se sorprende que los interesados realmente
deban ser convencidos, pues en todas las instancias análogas, la proposición
parece ser un privilegio para el candidato. Veamos: Sará persuadió a Hagar a
que se quiera casar con su marido para tener hijos con él (Bereshit 16:3).
Moshé persuadió a Aharón y a sus hijos para que tomen el cargo de Kohanim (sacerdotes) (Vaikrá 8:2). Más
tarde sucedió la situación equivalente al momento de asumir de los Leviim (levitas) (Bamidbar 8:6). ¿A qué
se debe que todas estas oportunidades se requirió, a su vez, hacer uso de la
persuasión para convencer? Posiblemente la respuesta sea la siguiente: en todos
los casos mencionados, el ofrecimiento se trató de una progresión espiritual.
Adelantar en materia mística, significa un compromiso en todo nivel de vivir
irrevocablemente acorde a la categoría religiosa correspondiente al grado
espiritual ansiado. Dado que nada, absolutamente nada, es gratis en la vida, y
todo privilegio debe ser correspondido y compensado con una conducta
equilibrada, una persona consciente y coherente, toma en cuenta todos los
aspectos relacionados con su progreso, de modo que las decisiones adoptadas se
mantengan con el tiempo y ayuden a crecer aun más. En todos los casos que
mencionamos, Adam, Hagar, Aharón y los Leviim temieron que no estaban aún
capacitados para este próximo paso en sus vidas.
Volviendo a Adam y
Javá. Después de pecar, D"s les indicó que el Jardín del Edén ya no era el
lugar indicado para su nuevo estado espiritual frustrado, es decir, que el
nivel de Adam no era proporcionado a los desafíos que ofrece el Jardín del
Edén. A esa altura de los acontecimientos, Adam creyó que por si solo podría
aún recuperar lo que había quebrantado (habitualmente las personas no son
lúcidas respecto a sus propios deslices y no advierten sus caídas morales).
Pero no había de ser así. D"s lo debió echar del lugar para que
reconociera que le faltaban temporalmente las condiciones para vivir en el
Edén. Debería retornar al mundo menos favorecido y recuperarse para volver a
ser apto e ingresar nuevamente. A la entrada del Jardín del Edén, D"s
colocó a los "Keruvim", por un lado y una lanza giratoria, por otro. ¿Qué
función cumplen los Keruvim? R.Sh.R.Hirsch sz"l compara esta mención de
estos Keruvim con las imágenes que estaban apostadas encima del Arca de la
Tablas de la Ley en el Mishkán
(santuario), y explica que, del mismo modo que allí, los Keruvim representan a las personas derechas y santas que surgen del
correcto y minucioso cumplimiento de la Ley de la Torá. Estos son, entonces,
los "modelos" de vida de personas con quienes compartimos la vida en
cada generación. Si emulamos su eximia conducta, nos acercamos en el camino
para retornar al Edén. De modo contrario, intervienen las lanzas giratorias que
nos hacen ver la desviación y nos instan a poner nuestras miras rumbo al Edén.
Si queremos, o no, nuestro destino está fijado.
Depende de
nosotros, que el camino no sea traumático. Sin embargo, como seres Di-vinos nos
corresponde el espacio inmejorable que D"s creó para nosotros. Ese lugar
no es lo que nosotros, con nuestros conceptos limitados apreciamos. Pero es lo
óptimo para D"s.
Shabat
Bereshit: Reflexiones,
por Rabbi Ciner
Esta semana me
desviare de mi formato tradicional. Este Shabat mi tercer hijo, Aharon Aryeh,
va a cumplir trece años, edad en la que un varón judío alcanza la edad en la
que asume todas las responsabilidades religiosas de un hombre. Los sabios enseñan que la mitzvah (el mandamiento) de Talmud
Tora (estudio de la Tora) equivale a todos los otros preceptos juntos. Por
ende, pense que esta mitzvah seria
una forma maravillosa para que el empiece su camino al cumplir los trece años y
que comparta con ustedes algunas palabras de Tora de esta parasha.
Habiendo dicho
esto, pasó el bastón a mi hijo Aharon que (con una ayuda de su Papi) presentara
el articulo "Reflexiones" de esta semana: Esta semana leeré la parasha Bereshit que relata el briat
ha'olam - la creación de mundo. Pienso que este tema se aplica muchísimo al
hecho de convertirse en bar mitzvah.
Adan fue creado y
tuvo al mundo entero a su disposición. Lo que Adan hacia afectaba absolutamente
todo. Chazal (nuestros sabios) dicen
que toda persona esta obligada a decir: "el mundo entero fue creado para
mi". Nosotros también afectamos al
mundo entero con cada acción que hacemos.
Las decisiones que
tengo que tomar al hacer mi bar mitzvah
se basan en la discusión entre Kayin y Hevel. Dice el passuk (versículo): "Y era el final de los días, Kayin trajo
de la fruta de la tierra una ofrenda para Hashem y Hevel trajo el primogénito
de su manada 4:3-4".
¿Que significa
"el fin de los días"? ¿Cuales fueron esos días del fin? El Kli
Yakar explica que hubo una discusión muy fuerte entre Kayin y Hevel acerca
de cual es el propósito de la vida. Según dice el Midrash, Kayin escogió a la
tierra como su jelek (porción). Hevel
escogió "metaltalin" - objetos móviles. El Midrash nos cuenta un
parábola acerca de una persona que viaja a un pueblo lejano para comprar
bienes. Si compra campos y casas, entonces solo los puede disfrutar mientras
esta en ese pueblo lejano. No los puede llevar de regreso a casa con el, y
cuando regresa a casa, lo hace con las manos vacías.
Kayin escogió
tierra como su jelek. El considero
que el olam ha'zeh (este mundo
terrenal en el que vivimos} es lo único que existe y por lo tanto toda la
energía del hombre debería ser puesta sobre lo terrenal. Hevel, en cambio,
escogió "metaltalin". En la parábola del Midrash, cuando Hevel viajo
a otro pueblo, solo compro cosas que podía traer de vuelta consigo a su
verdadera casa. Hevel entendió que había un olam
habah (un mundo venidero) después del olam
ha'zeh. Hevel eligió ser un pastor para poder tener tiempo para pensar y
traer korbanot (sacrificios) para
Hashem de sus mejores animales. Hevel entendió que los únicos bienes
importantes en este olam ha'zeh son
aquellas cosas que podemos llevarnos al mundo venidero. Todo lo demás es, como
su nombre, Hevel (vanidad).
Esto es lo que
significa "el fin de los días". Al pensar que es lo que puede
llevarse en el fin de días, Kayin comenzó a ponerse un poco nervioso. Tal vez
si haya algo después... En ese momento, decidió traer un korban (sacrificio) para Hashem. Pero aun así, que fue lo que el
trajo como korban? El trajo un pishtan (fibra de lino) . Ni siquiera
podía ofrecer algo mejor para Hashem....
Por otra parte, la
vida entera de Hevel estaba enfocada en el Kaitz
Hayamim - el fin de los días. El trajo de sus primeros y mejores
animales. Espero que al hacer mi bar mitzvah pueda seguir los caminos de
Hevel, sabiendo lo que es olam ha'zeh
y pudiendo sembrar adecuadamente para el mundo venidero.
Aharon Aryeh Ciner
Nota: A todo esto
lo único que su padre puede añadir es un AMEN muy fuerte!
Shabat Shalom
Shabat Bereshit: Drasha
Por Rabbi Mordechai
Kamenetzky
La parasha de esta semana nos cuenta de un
formidable enemigo que nos acompaña cada día en cada acción a lo largo de
nuestra vida. Este enemigo es conocido como el "Yetzer Harah", la
inclinación/tendencia al mal. Después de que Kayin trae una ofrenda no muy
"elaborada" Di-s le habla: “Seguramente, si tratas de superarte,
serás perdonado. Pero si no te
arrepientes, entonces el pecado estará en la puerta de vuestra casa. Tienes un
deseo dentro tuyo, pero puedes conquistarlo" (Génesis 4:7).
Con esta breve
introducción al concepto del "Yetzer Harah" quiero compartir una
historia que recientemente escuche, que tal vez sea especial para esta época en
que termina aquí en Estados Unidos las grandes ligas de béisbol que atrapan a
tantas personas. También puede ser una lección para aquéllos como yo que a
veces pegamos nuestras orejas a las frívolas
conversaciones del subterráneo de Nueva York.
El Rab Sholom
Schwadron había notado como uno de los estudiantes de la yeshiva había faltado el domingo y lunes. En la mañana del martes
se acercó al joven para preguntarle por que no había ido a estudiar esos dos
días. "Te conozco desde hace dos años, y nunca has faltado un solo día a
la yeshiva. Estoy seguro que algo
importante ocurre. Por favor dime si ocurre algo serio."
El joven al
principio no quiso hablar, pero después de vacilar unos segundos logro decirle:
"contaría todo, pero, Rebbe, usted no entendería". "Prueba a ver
si entiendo o no" Rab Sholom le respondió. "Haré todo lo posible para
tratar de entender y apreciar lo que me cuentes".
"Vamos a
ver", respondido el estudiante, confiado sin importar qué explicación
daría, sería incomprensible para el Rab que probablemente nunca haya visto en
su vida una pelota de fútbol. "Falte a la yeshiva porque estaba viendo las finales de fútbol del Maccabi Tel
Aviv. De hecho, probablemente también falte a la yeshiva mañana", dijo el alumno con vergüenza. "Pasa que es
la final del campeonato".
El Rab Schwadron no
se mostró enojado, todo lo contrario, pareció interesarse mucho. "Estoy
seguro que este juego de fútbol debe ser realmente excitante. Cuénteme, ¿cómo
se juega al fútbol? ¿Cual es el objetivo? ¿Quien gana?.
"Hay once
jugadores, y el objetivo es patear una pelota dentro del arco. Solo el portero
puede tocar la pelota con la mano", le respondió el estudiante lleno de
entusiasmo, mientras que la cara de Rab Schwadron se iluminaba con el relato
del joven. El Rab Schwadron sabia que
este joven era un buen estudiante y quiso que este cómodo. "Así que hay
que meter la pelota en el arco para ganar...Si es así, vaya ahora, patea la
pelota en el arco, y regresa a yeshiva",
sugirió el Rab.
El estudiante se
rió. ¡"Rebbe, usted no entiende! ¡El equipo contrario también tiene once
hombres y un portero, y ellos tratan de detener al adversario para que no metan
la pelota en el arco".
"Dígame," le dijo el Rab Schwadron. Estos otros hombres del
otro equipo, ¿están allí las 24 horas del día?". "Claro que no!"
dijo el estudiante riéndose. "Se van a casa a la noche" ¿Hacia dónde
estaba yendo el Rab con todas estas preguntas?, se cuestiono el joven.
El Rab Schwadron se
le acerco al oído y en secreto le dijo su brillante plan. "Por qué no nos
metemos en el estadio esta la noche mientras los contrarios no están y pateamos
la pelota en el arco cuándo nadie mira? ¡Entonces después, podemos regresar a
la yeshiva!".
El joven se dio por
vencido frustrado de ver que el Rab no había entendido. ¡Oy! ¡Rebbe! Usted no
entiende. ¡No se hacen goles si el otro equipo no trata de detenerte! ¡No tiene
ningún sentido patear la pelota dentro de un arco vacío y sin adversario que
este del otro lado!
"Ah!"
grito el Rab Sholom con tono de victoria. ¡Ahora escucha por un momento lo que
acabas de decir: No tiene ningún sentido patear la pelota dentro de un arco
vacío si no hay adversarios del otro lado. Lo mismo sucede con el estudio de la
Tora: justamente cuando hay adversarios, cuando hay un deseo de faltar a clase,
cuándo el Yetzer Harah trata de
desviarnos del camino es cuando realmente se acumulan puntos. ¡Ven mañana, y
jamas podrá imaginar cuántos goles marcaras para el equipo de Hashem".
¡No hace falta
decir ni que el joven entendió el mensaje y estaba al día siguiente estudiando
en la yeshiva. La Tora nos enseña
sobre la naturaleza del Yetzer Harah y
como este nos desafía en cada momento. El Yetzer
Harah siempre esta listo para bloquear nuestras intenciones de cumplir mitzvot. Nuestro trabajo es darnos
cuenta de que debemos vencerlo cuando el deseo es mayor. Porque cuando es más
difícil hacer lo correcto, ahí es cuando realmente acumulamos puntos.
Torá: "Y tomó D"s a Adam... y lo colocó en el Jardín del Edén, "para trabajarlo y cuidarlo" (Bereshit 2:15).
palabras, Adam era consciente que el Edén en el cual habitaba era un lugar privilegiado y que podía llegar a perderlo si no se conducía de acuerdo a lo que se esperaba de él. Podemos suponer que D"s quiere que la persona aprecie lo que posee, y en el caso de Adam, le dio la oportunidad de conocer que las ventajas del Edén, no eran generalizadas.
¿De qué se trata entonces? El 'trabajo' se refiere a la dedicación al estudio de la Torá, y 'cuidar' se alude al cumplimiento de la Mitzvot." (Pirkéi d'Rabi Eliezer 12). Aun si el "trabajo" y el "cuidado" del Jardín fuesen literales (refiriéndose a arar, sembrar, etc.) como algunas autoridades opinan, la tarea no deja de ser espiritual, por el solo hecho que el cumplimiento de estas tareas respondían a la consigna que D"s le había encomendado. De un modo u otro, la vida en el Edén no era ociosa.
El ocio no tiene lugar en el judaísmo ni en el plan de D"s para la humanidad en su totalidad. La actitud reacia al trabajo como un "mal necesario" al que hay que volver todos los días lunes - una postura que tiene mucha difusión en nuestra sociedad (los "caballeros" medievales también suponían que trabajar era cosa de esclavos, pero no para gente de su propia categoría que dedicaba su tiempo a cazar, a los duelos, o simplemente a no hacer nada) - no coincide en absoluto con la Torá. Así que, (espero no decepcionarlos demasiado) Adam debía trabajar, pues el trabajo es bueno. No solo eso, sino que recién luego que Adam trabajara, podría disfrutar de los placeres del Edén, pues solamente después de este versículo, D"s le dice a Adam (Bereshit 2:16) "de todo árbol del Jardín has de comer..." "¡Qué valioso que es el trabajo, pues aun Adam no probó nada antes de haber trabajado!" dice en Avot d'Rabi Natan, basándose en este hecho.
por Rabbi Ciner
Por Rabbi Mordechai Kamenetzky
arrepientes, entonces el pecado estará en la puerta de vuestra casa. Tienes un deseo dentro tuyo, pero puedes conquistarlo" (Génesis 4:7).
conversaciones del subterráneo de Nueva York.